En los momentos en que la industria de la salud se mueve entre laboratorios, dietas y suplementos de moda, Franklin Pedreros, maestro en suplementos nutricionales, propone un giro radical: regresar a la naturaleza.
Desde Vital, su espacio de entrenamiento comparte una visión que combina la ciencia moderna y el conocimiento ancestral. Para él, la salud no depende únicamente de médicos o drogas, sino de recuperar el equilibrio perdido con la naturaleza. «Durante miles de años vivimos con ella. Hoy la ciencia avanza, pero el cuerpo humano sufre más que nunca», dice.
Uno de sus conceptos más provocativos es la forma correcta de hidratar. Advierte que beber exceso de agua puede causar hinchazón y retención de líquidos. Su propuesta: agua con sal marina, como suero casero, para una hidratación efectiva.
También cuestiona la base de la comida moderna. Recomendar carnes con grasa natural, huevos, pollo y pavo; y alerta sobre el consumo excesivo de sopas, almidones, aceites líquidos, margarinas, lácteos y pescado, especialmente en niños.
Para Pedreros, la salud no es un protocolo externo, sino una práctica diaria del autoconocimiento. Su mensaje va más allá de lo nutricional: invita a cada persona a convertirse en su propio médico, para ser observado, escuchar el cuerpo y, sobre todo, volver a conectarse con lo esencial.
En un mundo donde vivir más no siempre significa vivir mejor, su propuesta suena como un llamado urgente a la sabiduría.
