Foto: @Real Madrid
El Real Madrid logró una victoria muy trabajada este domingo al enfrentarse al RC Celta en el Santiago Bernabéu, donde se impuso por 3-2 en un encuentro que estuvo a punto de terminar con un resultado más abultado a favor de los locales. Un brillante Kylian Mbappé, quien anotó un par de goles, fue fundamental en el primer tiempo, aunque el equipo gallego no se dio por vencido y puso presión a los madridistas en los últimos minutos del encuentro. A pesar de los contratiempos, el Real Madrid se prepara para encarar el clásico contra el FC Barcelona la próxima semana con renovadas esperanzas.
Los primeros goles de Arda Güler y Mbappé establecieron un sólido inicio para el conjunto comandado por Carlo Ancelotti. No obstante, la impresión de que el partido podía resolverse rápidamente se disipó cuando Javi Rodríguez y Williot Swedberg firmaron un regreso inesperado para los gallegos, lo que llevó a los aficionados del Madrid a vivir momentos de tensión hasta el pitido final, que les brindó un suspiro de alivio.
Con este triunfo, el Real Madrid, ahora con 75 puntos, se acercará al FC Barcelona, que suma 79, en lo que se anticipa como un emocionante duelo en Montjuïc. Esta victoria vuelve a abrir la pelea por el título, lo cual añade un poquito más de picante a la próxima jornada. Por su parte, el equipo de Vigo se mantiene en la séptima posición de la tabla, con 46 puntos, dos más que el Rayo Vallecano, y con un partido menos que el RCD Mallorca y Osasuna.
En este encuentro, Ancelotti introdujo tres cambios en el once inicial respecto al anterior partido de Copa. Cabe destacar que Arda Güler fue quien en los primeros minutos intentó inquietar al portero rival con un disparo en volea que se fue desviado. Marcos Alonso también estuvo cerca de abrir el marcador con un cabezazo que se tradujo en una advertencia a los defensores del Celta. Después de apenas cinco minutos de juego, el ritmo ya era frenético y ambos equipos mostraban sus intenciones ofensivas.
Alonso continuó buscando su oportunidad de gol a los seis minutos, donde un remate suyo fue desviado por Thibaut Courtois, quien demostró una vez más su valía bajo los tres postes. Al otro lado, Vicente Guaita tuvo que emplearse a fondo un minuto más tarde frente a un intento de Lucas Vázquez, que fue claramente peligroso.
Con el paso de los minutos, el equipo de Ancelotti logró tomar el control del juego, y justo después de que se cumpliera la primera media hora, Güler concretó ese dominio en el marcador. El mediocampista turco recibió un balón dentro del área, encontró el espacio necesario y con un disparo preciso al palo largo, eludió la intervención de Guaita y anotó el primer tanto del encuentro en el minuto 33.
En el minuto 38, Courtois volvió a ser clave al detener un potente disparo de Borja Iglesias, evitando que el Celta empatara el partido. Luego, fue el turno de Mbappé, quien también ingresa en la lista de goleadores con un impresionante remate cruzado después de una velocísima contraataque (min.39). Parecía que todo estaba bajo control para el Madrid, pero el Celta no se dejaría llevar tan fácilmente.
Una vez iniciado el segundo tiempo, los dos artilleros del Real Madrid colaborarían nuevamente para aumentar la ventaja. Güler, con un pase filtrado, habilitó a Mbappé, quien miró de frente a Guaita y no desperdició la ocasión para firmar su segundo gol (min.48). A pesar de que todo parecía encaminarse hacia una goleada, la historia del partido cambió sorpresivamente.
Todo se complicó a partir del minuto 68, cuando Pablo Durán, que había ingresado poco antes, aprovechó un rebote que quedó en el área tras un disparo de Lucas Vázquez. Javi Rodríguez fue quien aprovechó la oportunidad para recortar distancias y poner el 3-1 (min.68).
Sin embargo, la presión del Celta aumentó, y un momento después, Williot Swedberg, uno de los cambios celestiales, trajo consigo más complicaciones. Iago Aspas lo encontró completamente desmarcado, y el sueco definió magistralmente frente a Courtois, marcando el 3-2 y provocando los abucheos en el Coliseo Blanco (min.76).
Por si fuera poco, Hugo Álvarez hubo de despejar un balón en otra jugada peligrosa que Courtois detuvo. Iago Aspas también tuvo su oportunidad, pero este disparo fue nuevamente salvado por el gigante belga. La afición madridista, que había puesto en tensión sus corazones con las llegadas de Brahim y Mbappé en la parte final del encuentro, finalmente respiró aliviada al escuchar el pitido final, conscientes de que ya solo queda prepararse para el emocionante clásico que se avecina.