Publicar dólares paralelos en Venezuela puede llevarlo a la cárcel – Primer plano

Difundir el precio del dólar paralelo en Venezuela ya no es una práctica tolerada. En una reciente escalada represiva, el gobierno ha comenzado a detener a las personas que publican tarifas no oficiales por dólar, especialmente en las redes sociales y las páginas web. Las autoridades creen que esta actividad es una amenaza para la estabilidad financiera del país.
Durante varios años, los venezolanos han sido gobernados por el mercado paralelo para calcular los precios, los salarios y las transacciones. Pero esta práctica ahora puede conducir a posiciones de terrorismo, legitimación de capital y asociación para cometer delitos.
Arrestos y acusaciones graves
A principios de junio de 2025, el ministro Dioguado Cabello confirmó el arresto de al menos 20 personas vinculadas a plataformas que compartieron el paralelo. Los encuestados enfrentan sanciones que pueden exceder los 8 años de prisión, según el argumento de que afectan negativamente al mercado y amenazan la orden económica nacional.
El gobierno está tratando de cerrar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que recientemente ha superado el 38 %. Las medidas incluyen el monitoreo activo de las redes sociales, el cierre de sitios web y la corte judicial.
Riesgos para individuos y empresas
No solo los administradores secundarios enfrentan sanciones. Las personas naturales y legales que usan públicamente el valor del dólar no oficial también tienen riesgo legal. Las tiendas que expresan sus precios en función de esa tasa de interés también pueden ser multadas o cerradas.
Las autoridades enfatizan que solo la tasa de interés oficial publicada por el Banco Central de Venezuela es válida para determinar los precios y llevar a cabo operaciones comerciales.
Una advertencia para usuarios digitales
El uso del dólar paralelo sigue siendo una referencia común entre los ciudadanos, pero compartir esa información se ha convertido públicamente en un delito. La recomendación legal es evitar publicar o reenviar contenido con citas no oficiales, especialmente en historias públicas sobre redes sociales o canales masivos.
La ofensiva del gobierno marca una gira en su política de intercambio, toma el control de la historia financiera y apenas castiga a quienes la contradicen.