
Solo han pasado cuatro meses desde el último paro arrocero, que mantuvo bloqueadas durante cinco días varias vías en Huila, Tolima, Sucre, Córdoba, Meta y Casanare. en su momento, la jornada de protestas se levantó tras una serie de acuerdos alcanzados entre líderes del sector y el Gobierno del presidente Gustavo Petro, que incluían, entre otros compromisos, un auxilio para la comercialización del cereal. Sin embargo, los productores denuncian que esos compromisos no se han cumplido.
El inconformismo por los bajos precios que se les están pagando a los cultivadores ha llevado a una nueva convocatoria de paro arrocero que iniciará este lunes, con una segunda fase prevista desde el próximo 14 de julio. La movilización fue convocada y acordada por 90 dirigentes arroceros, principalmente de los departamentos de Huila, Meta y Tolima, quienes advierten una caída significativa en los precios justo cuando comienza la recolección de la cosecha.
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Ministerio de Agricultura señala avances de acuerdos
En junio de este año, el Ministerio de Agricultura señaló que se había avanzado en los siguientes puntos tratados en los acuerdos entre el Gobierno Nacional y los líderes agricultores del arroz:
- Se acordó con los productores de Meta, Casanare y Arauca que registren su intención de siembra o área sembrada para el semestre-1 de 2025, por medio del aplicativo del ICA o en sus seccionales.
- Se llevaron a cabo 13 operativos fronterizos conjuntos con autoridades de otros países y 21 aprehensiones de cereales, valoradas en más de 235.000 millones de pesos, según la Dian.
Paro arrocero en Casanare y Meta. Foto:Suministrada por arroceros en paro
- Se habilitó la participación de pequeños productores de arroz en las compras públicas a través de la Agencia de Desarrollo Rural.
- El Ministerio expidió la resolución 084 de 2025, que crea un programa de apoyo directo a pequeños y medianos productores, operado por la Bolsa Mercantil de Colombia.
- La resolución 085 de 2025 regula la libertad vigilada de precios con el objetivo de asegurar transparencia y estabilidad en el mercado.
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- Se aprobó el Programa de Apoyo para el Acceso a Insumos Agropecuarios (Faia), dirigido a pequeños y medianos arroceros, y que contará con un presupuesto de 7.000 millones de pesos.
- Y el instrumento Fonsa, que se usará para otorgar alivios de deuda y apoyo económico a pequeños y medianos productores agropecuarios, forestales, acuícolas y pesqueros.
Pero, a pesar de estos avances presentados por la cartera de Agricultura en un comunicado, los arroceros aseguran que estos puntos no se han cumplido a cabalidad. Al respecto, y para conocer el contexto de esta nueva jornada de paro, EL TIEMPO entrevistó a Óscar Gutiérrez, director de la asociación Dignidad Agropecuaria de Colombia.
¿Por qué se están manifestando los arroceros de Colombia en esta ocasión tras los acuerdos?
A ver, el problema esencial radica en que los costos de producción de los arroceros colombianos son superiores al precio de venta que les dan la industria molinera del país. Hicieron una rebaja en la última semana de diciembre, otra en la primera semana de enero, y en esta última semana de junio acaban de hacer otra rebaja. La suma de todas esas rebajas da un bajonazo de cerca del 30 % en lo que le pagan a los arroceros por el arroz paddy verde.
Eso los lleva a una profunda crisis y a unas pérdidas que, dependiendo de las regiones, van entre 500.000 y más de un millón y medio de pesos por hectárea. Es una situación muy grave, no aguantan. Están perdiendo su patrimonio, están quedando endeudados con la banca, con el comercio. Hay una depresión económica en las zonas arroceras del país y le hemos dicho al Gobierno Nacional desde tiempo atrás que entre a resolver el problema, pero no ha sido posible.
¿Qué pasó con esos acuerdos a los que se llegó con el Gobierno hace meses, luego del segundo paro?
Hubo cinco mesas, cinco acuerdos, unos particulares, otros generales, y no fue posible arreglar el problema. El Gobierno Nacional formuló unas políticas, las hablamos en las mesas, se firmaron los acuerdos y se incumplieron los acuerdos en lo fundamental: no hay Faia (Programa de Apoyo para el Acceso a Insumos Agropecuarios) arrocero, que realmente pueda ser de utilidad para la gran mayoría de los arroceros. No hay un Fonsa (Fondo de Solidaridad Agropecuario) arrocero destinado a todos los arroceros del país, aparte de uno que no tiene que ver con el Ministerio de Agricultura, sino con la situación de orden público del Catatumbo, que cobija la zona metropolitana de Cúcuta, donde se siembra una cantidad importante de hectáreas de arroz en el país.
#EnVIVO: habla líder del #paroarrocero en Colombia. Foto:
No hubo hasta el día de hoy ningún apoyo a la comercialización que se pactó. Le pusieron tal cantidad de requisitos que de todos los que podían haber recibido ese apoyo, no alcanza a ser un 20 % el que está en condiciones de recibirlo por la caracterización que el Gobierno hizo de los productores arroceros. Y para completar, pues, esta rebaja que le digo. Entonces estamos en una situación en la que no es posible seguir atendiendo la producción de arroz nacional para alimentar a los arroceros, para alimentar a los colombianos, y eso los lleva a protestar como lo van a hacer el próximo 14 de julio o a partir del 14 de julio.
¿Qué esperan de la manifestación? ¿Qué agenda hay planificada en este paro arrocero de Colombia?
La idea que se tiene, y es lo acordado en general en todas las reuniones que se han hecho, es trasladar el reclamo a las carreteras de Colombia, con las variables obvias y necesarias. Serán cortes de vía seguramente, pero que no impliquen atentar contra los mínimos humanitarios en cualquier tipo de movilizaciones de este caso. Serán pacíficas, civilizadas, obviamente, y habrá seguramente también periodos en que se suspenda el corte de vía, haya algún tráfico y se vuelva nuevamente al corte de vía.
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Estamos atentos esta semana. La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, ha dicho que se van a reunir con el presidente Gustavo Petro y estamos esperando a ver cuáles son las soluciones ciertas, reales, efectivas, oportunas, que el Gobierno Nacional le plantea a los productores de arroz del país o si van a dejar que se acabe otro cultivo más, como acabaron con la cebada, el sorgo, el trigo, la soya, el arroz, en parte, el ajonjolí y otra serie de productos que abandonamos por efecto de las políticas de apertura económica y también por los tratados de libre comercio, por los anteriores, los de la CAN (Comunidad Andina), y por los posteriores, los tratados con los Estados Unidos, la Unión Europea y demás.
¿Cuáles son los principales países de los cuales proviene ese arroz que se está importando y que está afectando la economía local de los arroceros?
Hay una importación obligada, pactada del TLC con los Estados Unidos, que este año debe llegar a un volumen de unas casi 150.000 toneladas en unas subastas en las que este año, la verdad, han sido muy reducidas por el precio elevado al que se intentó subastar ese arroz. No tuvo quien lo comprara. Hay ingreso prácticamente libre, aunque no debería ser así, de Ecuador y de Perú.
Arroceros en audiencia pública en Saldaña (Tolima) Foto:Arroceros
Pero, sobre todo, y esto es lo más grave, hay un contrabando bárbaro de arroz ecuatoriano que no tiene ningún control. Pasan las mulas con arroz de Bogotá para Villavicencio, a entregarlo a molineros en una cosa que, obviamente, con cinco peajes que hay en esa vía, pues debería ser detectado, ¿cierto?, ese contrabando. Pero las informaciones que nosotros tenemos, y se las hemos dado al Gobierno Nacional, es que aparecen mulas cargadas de arroz en la capital de Córdoba, en Montería. Llega a Sincelejo, llega a Cúcuta, llega al norte, a Barranquilla, un arroz ecuatoriano, al igual que está entrando mucha papa. Todo eso golpea sin lugar a dudas el precio y pone a los productores contra la pared, agregando además las bajas que la industria molinera le ha pegado en estos seis meses al precio del arroz paddy.
EL TIEMPO habló en meses pasados con un representante de los molineros. Aseguró que la crisis va más allá de una falta de control de los TLCs y radica en que los productores de arroz cosecharon demasiado y no hay tan alta demanda por parte de los consumidores. ¿Qué respuesta pueden dar ustedes como productores ante esta afirmación?
Realmente lo que hay no es una gran siembra, aunque aumentaron un poco las hectáreas. Pero el problema del sobreabastecimiento que puede presentarse está ligado es a las importaciones de arroz que se hicieron el año pasado de Estados Unidos, que se hicieron también del Perú, del Ecuador, y también está ligado al contrabando. Lo que debería hacerse es una política de protección de nuestros arroceros, de supresión de las importaciones de arroz de Ecuador y Perú por tierra. Que entre arroz en las cantidades que se acuerde, solamente por mar, por vía marítima. Y esto pondría de alguna manera un freno inmediato al contrabando.
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Lo hemos dicho insistentemente: debería renegociarse el ingreso de arroz norteamericano a Colombia. El presidente Donald Trump decidió elevar los aranceles por encima de lo que estaba pactado, haciendo lo que él cree debe hacer. Bueno, nosotros también deberíamos hacer lo que nosotros creemos que debe hacerse en el caso particular del arroz y de algunos otros productos en los que Estados Unidos fija y hace y decide y define, y no está pasando absolutamente nada en cuanto a una reacción de las autoridades nacionales, del presidente de la República, no en alegatos insulsos e insensatos, sino en los problemas concretos de la producción agrícola nacional.
¿Qué productos del campesinado colombiano se están viendo afectados por los TLCs e importación?
Estamos en una situación grave con la papa. Sin duda tenemos un horizonte negro, oscuro, muy oscuro, con la leche y con los derivados lácteos, por importaciones que están pactadas tanto en el TLC con Estados Unidos como en el TLC con Europa. Tenemos también una dificultad compleja en algunos momentos por importaciones de cebolla. Del maíz, ni hablar: se lleva a los productores a unas siembras prometiéndoles que van a tener un precio, y cuando siembran y van a sacar su cosecha, hacen importaciones masivas de maíz, y cuando ellos van a vender no tienen a quién venderle, porque los precios en el mercado del maíz importado son inferiores al costo de producción de los maiceros colombianos.
Paro de arroceros a principios de 2025. Foto:Archivo particular
Tenemos entonces una desprotección total del mercado y de la producción nacional, atendiendo unos tratados de libre comercio que, sin lugar a dudas, generan una profunda desigualdad entre la producción extranjera, que tiene subsidios, pero que además tiene unos costos de producción inferiores, con la producción nacional que no dispone de subsidios y que tiene unos costos de producción más elevados, que el Gobierno nacional debería entrar también a atender, pero que de ninguna manera atiende.
Viendo el panorama actual que usted nos presenta, ¿hay posibilidad de un paro campesino general o por el momento solo hablamos de paro arrocero?
Hay voces, hay voces de diversos sectores de la producción agropecuaria señalando que es insoportable lo que está viviendo el sector y llamando a que se construyan unidades y alianzas de productores para enfrentar esta gravísima situación que se está viviendo. Yo no descartaría que, en el transcurso de estos meses, frente a estas crisis y sin que el Gobierno haga nada por atenderlas y por resolverlas, termine configurándose una situación en la que los productores agropecuarios tomen la decisión de subir un peldaño en la defensa de sus intereses a través de una movilización nacional agropecuaria.
¿Cuáles son las peticiones que le hacen los agricultores del arroz al Gobierno para dejar de lado el paro y para solucionar la crisis que ha afrontado durante todo el año el sector arrocero en Colombia?
El precio, punto uno, sin el cual no habría ninguna posibilidad de sacar adelante la producción arrocera. Y ese punto está tan claro que no se negociará ningún otro punto si no se aclara el problema del precio.
El segundo es el que tiene que ver con el cumplimiento de los acuerdos y la ampliación de los mismos, porque es obvio que terminó una etapa y con el nuevo paro empezará otra etapa, y con esa etapa tendrá que haber un cubrimiento mayor para una serie de programas que requieren con urgencia los productores:
La mesa de diálogos en La Mojana de enero no funcionó. La ministra de agricultura no asistió. Foto:Redes sociales
Requieren un programa para que puedan resolver el problema de las deudas, o sea, un Fonsa arrocero. Requieren un programa para que puedan bajar sus costos de producción en cuanto a los insumos, o sea, un programa especial de rebajas para la compra de este tipo de insumos necesarios para la producción. Y también, obviamente, se requiere una política clara que parte de lo siguiente: todos los actores de la cadena deben ganar. Debe ganar el productor, que es la base; debe ganar el industrial molinero, claro que tiene que ganar; tiene que ganar el comercializador, sin duda, las grandes superficies, etcétera. Y el tendero de barrio también tendrá que ganar en la distribución del producto.
Pero no se puede de ninguna manera tener altas rentabilidades en la cadena de los que están recibiendo el arroz -industriales, comercializadores, distribuidores, etcétera- y los productores perdiendo plata. No, ese no puede ser el orden. El orden tiene que ser que ganen tanto los unos como los otros: los de más allá, los primarios, los que hacen la distribución secundaria y demás. De otra manera, es imposible que se pueda sostener no solamente la producción de arroz, sino en general la producción de la mayoría de los bienes que producen los productores agropecuarios de Colombia.
Stefanía León Arroyave
Periodista de Nación
EL TIEMPO