¿Por qué persiste el bloqueo que mantienen las comunidades campesinas, indígenas y afro del Cauca en la Carretera Panamericana? Los sindicatos alertan de una posible crisis económica – Primer plano
El bloqueo en la Carretera Panamericana, a la altura del sector Céfiro, en jurisdicción del municipio de Rosas, finaliza por segundo día sin una solución definitiva en esta región del sur del Cauca.
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Una protesta encabezada por comunidades campesinas, indígenas y afro del macizo colombiano, La principal vía que conecta Cauca con el departamento de Nariño y el sur del país continúa interrumpida.
Protesta con bloqueo a la Panamericana. Foto:Entregado a EL TIEMPO, archivo privado
“Ha habido avances en algunos diálogos iniciales, pero se necesita una respuesta más amplia del Gobierno Nacional al listado de propuestas. Veremos cómo van las conversaciones para flexibilizar el bloqueo”, explicó Víctor Collazos, uno de los portavoces de la movilización.
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La secretaria de Gobierno del Cauca, Maribel Perafán, confirmó que el próximo miércoles 15 de octubre se instalará una mesa de diálogo en el departamento, mientras que la comisión social estará en Bogotá y sostendrá conversaciones con representantes del Ejecutivo.
Bloqueo en la Carretera Panamericana en Cauca. Foto:archivo privado
«Diálogo constante»
«El objetivo es mantener un diálogo constante con ellos. Esperamos que los acuerdos nacionales nos permitan avanzar y evitar nuevos bloqueos», afirmó el funcionario.
Sin embargo, Perafán advirtió que a falta de consenso, puede ser necesario el uso de la fuerza pública para restablecer la movilidad.
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«El diálogo debe ser primero, pero deben respetarse los derechos de cada ser humano. La libertad de circulación es fundamental», enfatizó.
Los sindicatos advierten contra las pérdidas y la falta de inversión
El nuevo cierre de Panamericana ha encendido alarma en los sectores productivos del Cauca y Nariño, que alertan de pérdidas multimillonarias por la paralización del transporte de alimentos, combustibles y productos agrícolas.
Ana Fernanda Muñoz, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio del Cauca, señaló que “en lo que va del año se han registrado más de 50 bloqueos tanto en el norte como en el sur del departamento”.
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También ha apuntado que estas interrupciones «desalientan la inversión y fomentan la ilegalidad» y ha pedido al Gobierno que publique los compromisos firmados en acuerdos anteriores «para evitar nuevos impactos en la movilidad».
Por su parte, la Asociación de Restaurantes del Cauca (Arcau) expresó su profunda preocupación por el impacto económico y social de las manifestaciones. En un comunicado emitido por Popayán, el gremio destacó que «los confinamientos no pueden ser una solución a los conflictos» y recordó que cualquier cierre de Panamericana significaría pérdidas irreversibles para cientos de pequeños empresarios, además de desabastecimiento de productos básicos.
“El Cauca necesita caminos abiertos, no bloqueados”, dijo Arcau, advirtiendo que el turismo y la gastronomía, pilares de la economía regional, dependen directamente de la libre circulación. El comunicado llamó al Gobierno Nacional, al Ministerio del Interior y a las autoridades locales a fortalecer los mecanismos de consulta para evitar nuevas crisis de movilidad.
A pesar de los arreglos preliminares con el Gobierno Nacional, el tránsito vial aún se encuentra suspendido. Los manifestantes insisten en destinar fondos para el desarrollo regional, reconocer a la población campesina como sujeto de derechos e implementar acuerdos acordados durante movilizaciones anteriores.
Quejas sobre la presión y la seguridad en la carretera
El general Hernando Africano, comandante de la Tercera División del Ejército, condenó las presiones del ELN a las comunidades que participan en las protestas.
«Estos bandidos llegaron a pueblos y ciudades para intimidar a los civiles con armas», dijo.
En el mismo sentido, el secretario Perafán confirmó que el gobierno había recibido denuncias de supuestas presiones por parte de grupos armados ilegales.
“En municipios como Bolívar los líderes comunitarios han manifestado que no se dejarán presionar ni explotar. Rechazamos completamente este tipo de acciones”, dijo.
Autoridades coordinaron con el Ejército Nacional el monitoreo del corredor entre El Ortigal y Puente del Mayo para garantizar la seguridad de los viajeros.
«La seguridad de Panamericana está asegurada. Estamos trabajando con los gobernadores de Cauca y Nariño para evitar alteraciones del orden público», dijo Perafán.
¿Qué exigen las comunidades?
Organizaciones sociales advierten que la falta de una política clara de soberanía alimentaria ha provocado el empobrecimiento de las familias campesinas, lo que afecta la producción y el abastecimiento local de alimentos.
«Queremos producir, no sobrevivir gracias a la ayuda. El campo puede sostener al país si invertimos en él», dijeron los líderes agrícolas del sector.
Uno de los reclamos más urgentes proviene de las familias afectadas por el deslizamiento de tierra ocurrido en Rosas en 2023. Los afectados afirman que el Estado no ha cumplido con las obligaciones de reubicación ni con las promesas de devolución de tierras y viviendas.
«Llevamos más de un año esperando una solución. Todavía estamos en refugios y endeudados. Nadie responde», comenta una de las personas afectadas por el bloqueo.
El secretario de Gabinete también desestimó los recientes ataques en zonas rurales del departamento, uno contra una misión médica y otro contra una institución educativa.
«No podemos permitir que la comunidad médica y los niños sigan siendo víctimas de estos actos», afirmó.
El ataque a la misión médica se registró en el municipio de Caloto la madrugada del pasado sábado 11 de octubre, cuando un artefacto explosivo impactó en las instalaciones del Hospital Niña María de la ESE Norte 2. El ataque se produjo en medio de una persecución armada que sacudió a toda la comunidad alrededor de las 4 de la madrugada.
La explosión sacudió el centro de salud, rompiendo cristales y destruyendo parte de la infraestructura. En ese momento, varios pacientes se encontraban en el hospital y el personal médico atendía las emergencias. Los trabajadores tuvieron que refugiarse mientras el estruendo se escuchaba en toda la ciudad.
Aunque no se registraron muertos ni heridos graves, la explosión dejó atónitas a varias personas y el hospital sufrió importantes daños materiales.
MICHEL ROMOLEROUX
Especialmente para EL TIEMPO
Popayán
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