Por lo tanto, la «empresa criminal» con un «área de marketing» cae para robar motocicletas armadas y venderlas a través de la red

La organización criminal conocida como «Criminal Company» era en realidad una banda que recibió el nombre de «Los Rapidos». Esta banda operaba en varias comunas, específicamente en las comunas 1, 5 y 7 de la ciudad de Palmir, ubicada en el departamento del Valle del Cauca. La actividad delictiva de «Los Rapidos» se centró principalmente en el robo de motocicletas, utilizando métodos cada vez más sofisticados para llevar a cabo sus robos y evadir la captura.

¿Cómo funcionó el equipo peligroso?

El funcionamiento de este grupo delictivo fue detallado por el comandante de la policía del Valle, la coronel Sandra Liliana Rodríguez. Según ella, la banda llevó a cabo ataques armados en motocicleta, ejecutando asaltos sorpresivos a sus víctimas en las mencionadas zonas de Palmir. Estos robos fueron bien planificados, con una estructura de mando que incluía «gerentes» encargados de coordinar cada ataque y optimizar los resultados de sus fechorías.

Una vez que llevaban a cabo los asaltos, Los Rapidos transportaban las motocicletas robadas a talleres especializados donde el resto de los miembros del grupo, que contaban con conocimientos en mecánica, se encargaban de modificar las matrículas de los vehículos. Este proceso incluía la remoción y el cambio de las tablas de las motocicletas así como la alteración de las placas para ocultar su verdadera identidad. Su modus operandi incluía el uso de herramientas como taladros para eliminar cualquier rastro que pudiera vincular los vehículos a sus dueños originales. Sin embargo, se logró establecer que «Los Rapidos» encontraban formas ingeniosas de reconfigurar y poner de nuevo en circulación estas motocicletas.

En este proceso de modificación, el área marcada con resina era completada, repintada y nuevamente marcada. Esta alteración abarcaría incluso otros componentes como espejos, carenados, motores y ruedas. A pesar de las complejidades en la modificación de los vehículos, «Los Rapidos» demostraron su capacidad para cambiar los aspectos legales y estéticos de las motocicletas robadas.

De esta manera, Falls Dangerous Band, que roba motocicletas en el valle Foto:

Una vez que las motocicletas estaban listas, se implementaron estrategias de marketing para la venta, encargándose de promocionarlas a través de redes sociales. De hecho, la misma plataforma se utilizó para atraer a potenciales compradores y, en ocasiones, se implementaban tácticas engañosas para robar las motocicletas de personas incautas.

Las autoridades fueron capaces de identificar al equipo y su modus operandi tras un extenso período de monitoreo a cargo de la policía colombiana, a través de la Sección de Investigaciones Criminales (Sijín), en colaboración con la Fiscalía General de la Nación y la Alcaldía de Palmir. Este esfuerzo coordinado culminó en la desarticulación de «Los Rapidos».

Las operaciones llevaron a la interceptación de ocho miembros de la banda, gracias a una orden judicial, siendo acusados de robo calificado, deterioro del bien ajeno, uso de documentos públicos falsos y de falsedad en su conjunto.

La operación fue llevada a cabo tras realizar diez allanamientos de búsqueda y registro en las comunas 1, 5 y 7 de Palmir, lo que permitió impactar directamente esta estructura criminal, tal como lo mencionó la coronel Rodríguez.

El alcalde de Palmir, Víctor Ramos, comentó: «La desarticulación de ‘Los Rapidos’ es un claro ejemplo de la efectividad de la colaboración entre nuestra Secretaría de Seguridad, Sijin y la Fiscalía.» El alcalde continuó enfatizando que no se permitirá que estas pandillas criminales interfieran aún más con la seguridad y paz de los habitantes de Palmir, elogiando a las fuerzas de seguridad por este importante golpe y reafirmando su compromiso en la búsqueda de una ciudad más segura.

El valle de la policía habla de una banda peligrosa que robó bicicletas. Foto:

Las investigaciones indicaron que «Los Rapidos» habían estado operando dentro de un esquema de crimen organizado, donde su modus operandi consistía en amedrentar a sus víctimas con el uso de armas de fuego para robar motocicletas, las cuales luego eran registradas y legalizadas con documentación falsa, siendo ofrecidas en redes sociales a los interesados.

«La operación contra el grupo es un golpe estratégico contra el robo de automóviles en la región. Esta red combinó el uso de la violencia armada con fraudes digitales para llevar a cabo sus ilícitos. Agradecemos a esta acción, se lograron resolver 10 casos que estaban marcados por falsedades», declaró el oficial al mando.

Durante los operativos, fue recuperada una motocicleta NKD, además de la incautación de seis teléfonos móviles y 4’929,000 pesos en efectivo, dinero que estaba relacionado con actividades ilegales. Las personas detenidas fueron interrogadas para determinar la legalidad de su captura y el establecimiento de acusaciones pertinentes. Al final, siete de los ocho capturados recibieron medidas de aseguramiento que restringen su libertad.

Carolina Boorquez

Corresponsal de

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