Operación Perseo y la guerra que no termina en el corazón del Cauca – Primer plano
En las primeras horas de la mañana del 12 de octubre de 2024, irrumpió la Operación Perseo con 1.400 efectivos en medio de bombardeos aéreos y ráfagas que rompieron el silencio. Cañón de Micay. Entre explosiones, los soldados avanzaron protegidos por más de dos decenas de vehículos blindados que recorrieron las estrechas, empinadas y polvorientas calles de la localidad de El Plateado, en Argelia, Cauca, considerada uno de los bastiones disidentes. Néstor Gregorio Vera Fernández, más conocido por su seudónimo Iván Mordisco.
El pueblo está enclavado entre montañas cubiertas de coca y algunos de los cultivos de chile que sobreviven en la cordillera occidental. Alrededor de la parroquia Divino Niño, inicio de El Plateado, vecinos amanecieron sorprendidos por la llegada del operativo. Gersaín Silva, un agricultor local, recuerda que hace un año la comunidad buscó refugio mientras se libraban combates entre soldados y disidentes de las FARC, una escena que, según él, se repite cada vez que regresa el enfrentamiento.
Un hombre de 55 años del pueblo de La Leona afirma que cuando escuchó una ráfaga de viento se escondió debajo de un mostrador de concreto en su terreno donde cultiva coca. Ese día, la ofensiva militar continuó durante toda la mañana y al amanecer las calles estaban vacías.. Pasaron las horas y en un ambiente de tensión, un grupo de vecinos se reunió en la esquina de la casa parroquial, frente al parque central, donde hay un mural con las palabras «Amo El Plateado», y rodearon el tanque, sin imaginar que este acto sería el inicio de los primeros disturbios que se repiten desde entonces contra la fuerza pública.
Parque central de la ciudad de El Plateado. Foto:Karolina Bohórquez Ramírez / EL TIEMPO
Entre los hechos ocurridos en el año de implementación de la estrategia, el más memorable para los vecinos es el registrado en la calle. a principios de marzo, cuando 29 empleados uniformados, en su mayoría soldados, fueron detenidos en la zona. Este episodio incluyó el vuelco de un tanque de batalla de la Operación Perseo que perdió el control mientras perseguía a un disidente que huía de una de las calles de la ciudad.
Desde entonces, los disturbios en la región se han convertido en una característica habitual. Hasta el momento, se han registrado al menos diez episodios en varios municipios del Cauca en los que comunidades intentaron impedir que uniformados trabajaran.
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Los últimos análisis de inteligencia conocidos por EL TIEMPO indica múltiples secuestros de policías y militares en El Plateado refleja la dinámica del conflicto caracterizada por la instrumentalización de civiles por parte de grupos armados.
Ataques a la fuerza pública. Foto:Archivo privado.
Dos visiones sobre la estrategia
A pesar de la operación, los vecinos de El Plateado han reportado desde entonces casi 200 ataques con aviones no tripulados. el inicio de Perseo, además de más de 30 persecuciones y una decena de enfrentamientos con el ejército. Además, los grupos armados requieren un permiso que cuesta más de 30.000 pesos y deben renovarse para poder salir del casco urbano.
El balance reportado por las Fuerzas Armadas da la otra cara de la estrategia operativa en este ámbito. Los registros muestran que la Fuerza Pública Opera de manera constante en el suroeste del país, región donde convergen la economía ilícita, el reclutamiento forzoso y la guerra híbrida por el control territorial.
Hospital móvil El Plateado con nueve carpas. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Según informes, entre el 12 de octubre de 2024 y el 8 de octubre de 2025, 109 laboratorios fueron destruidos y se incautaron más de 4.000 kilogramos de cocaína. En total se reportaron 2 mil 391 kilogramos de marihuana y 32 peleas en todo el Cañón del Micay, incluido El Plateado. También fueron destruidos 107 explosivos, 288.554 municiones, 94 armas y 22 menores fueron encontrados en todo el territorio.
Los ataques con drones se han convertido en una de las principales estrategias de los grupos armados en la región. En los últimos meses, las autoridades han documentado 65 ataques utilizando estos dispositivos. Los informes advierten que el uso de estas tecnologías «refuerza la ofensiva de los grupos armados en zonas rurales, donde el conocimiento del terreno y la cooperación de determinados sectores civiles ofrecen una ventaja táctica«.
Casco urbano del partido de El Plateado. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Las fuerzas estatales mantienen su despliegue en forma de pelotones apoyados por aviones del ejército, la fuerza aeroespacial y la marina. Los recursos aéreos reportados para el traslado de tropas y ayuda humanitaria incluyen: Helicópteros UH-60 y aviones A-29B, B-206 y C-208, así como vehículos blindados Guardian y Pegasus. Estas acciones tienen como objetivo recuperar posiciones abandonadas temporalmente después de los disturbios y restaurar la presencia institucional.
Los soldados caminan por las calles del pueblo. Foto:Cortesía del Ejército.
Algunos desafíos
Según Elizabeth Dickinson, analista senior para Colombia del International Crisis Group, la ofensiva contra el Estado Mayor Central (EMC) mostró avances el año pasado, particularmente en temas estratégicos y en la promoción de la rendición voluntaria de sus miembros. Sin embargo, señaló que «persisten dificultades en la coordinación interinstitucional encaminada a consolidar el control estatal en los territorios recuperados».
El experto agregó que uno de los principales desafíos no reside en el elemento militar, sino en la capacidad del Estado para mantener su presencia institucional en las zonas intervenidas. En el mismo sentido, el líder social de la localidad recordó la promesa del presidente Gustavo Petro de destinar más de 20.000 millones de pesos para reponer cultivos de coca. «No queremos más guerra aquí, pero tampoco estos espectáculos mediáticos de ministros y funcionarios. Vienen, prometen ser visibles, se van y se olvidan de sus obligaciones», afirmó.
Redacción de Justicia
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