
El arte, en todas sus manifestaciones, es una expresión esencial de la humanidad y lo que dicha condición conlleva. Para los artistas, aquellos que crean estas manifestaciones físicas de los sentires humanos, lograr que su obra trascienda es complejo. Aún más, lograr que dichas creaciones supongan rentabilidad para que los artistas puedan vivir de su pasión y no solamente creen ‘amor al arte’.
Con esa preocupación en mente y habiendo tenido que enfrentarse en carne propia a las dificultades de vivir del arte, Sara Alarcón, una artista contemporánea nacida en Medellín, creó una plataforma con la cual busca acercar el arte a la gente y darle la posibilidad a los artistas, sobre todo a aquellos que apenas empiezan su carrera, de que su obra sea conocida y pueda generarles ingresos para vivir sin tener que dejar el arte como un simple hobby: Brocha.
Sara Alarcón, artista contemporánea oriunda de Medellín. Foto:Cortesía.
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‘Es importante que nos valgamos de herramientas digitales’
Brocha (Beautiful Rebellious Order of Champions for Higher Art) no es una galería ni una red social. Es un ecosistema creativo donde los artistas pueden certificar sus obras en Blockchain, recibir regalías automáticas por cada reventa y conectarse directamente con su público a través de experiencias inmersivas, comercio digital justo, y eventos comunitarios que descentralizan el arte.
Previo a su lanzamiento el pasado 20 de junio en Cartagena, EL TIEMPO conversó con la artista paisa sobre el arte en la actualidad, su carrera, su proyección como referente para el país y su visión de Brocha como una oportunidad para los artistas del continente.
Alarcón, con un tono profundamente amable y certero, inició divagando sobre el panorama actual del arte, en un contexto en el que parecería que la digitalidad y la tradicionalidad chocan. Para Sara, la perspectiva discrepa de dicha premisa.
“No siento que haya competencia entre artistas tradicionales y digitales, siento que es más un miedo a adaptarse a nuevas cosas que evidentemente están entre nosotros, ver cómo pueden coexistir o ayudarse entre ambos mundos. Yo trato de mezclar mucho eso en mi obra, pinto con medios tradicionales, óleo, acrílico, acuarela, pero a la vez puedo mezclar parte de mi proceso con herramientas digitales; a veces en digital hago bocetos y pruebo colores; creo que la clave es buscar cómo convivir con las herramientas digitales que hoy en día son demasiado necesarias. Es una forma de conectarnos más, no lo veo como una rivalidad”, expresó.
La obra de la artista resalta por su uso del color. Foto:Cortesía.
En ese sentido, la artista contemporánea, cuyo estilo destaca por el uso del color, agregó: “Es algo que uno no puede definir muy bien, el cómo comunicarle al público para que ellos entiendan lo que uno quiera a través del arte, por eso también es importante que los artistas nos valgamos de herramientas digitales para hacer mayor difusión de nuestro arte, de lo que sentimos y queremos transmitirle al público y se genera también conexión con los artistas y con el crear historias”.
Alarcón, quien en el pasado fue comparada con el maestro Fernando Botero por su intromisión en la escena artística por medio de un estilo peculiar e incluso incomprendido, se refirió al peso que representa ser puesta en la misma frase con uno de los artistas más importantes de la historia del país.
“El tema del maestro Botero… Es un honor que me hayan nombrado así, lo admiro por muchas cosas, a nivel pictórico me gusta bastante, pero creo que lo más importante es que dejó esa huella en el mundo del arte, creó su propio estilo y no le importó si al principio no era muy entendido, era un estilo tan diferente y único que no lo entendían en su momento. Yo siento que, para los artistas es muy importante la exhibición en el extranjero, afuera hay más conocimiento y educación, me parece importante ese espacio en otros países, siento que mi estilo es muy único porque yo lo que hago es distorsionar la realidad a través del color, y esa palabra ‘distorsión’ es muy importante en mi obra porque es ver desde otra perspectiva lo que de pronto vemos como cotidiano”.
Alarcón continuó: “Al principio de pronto son obras que llaman la atención, otros no las entienden mucho; a Botero le preguntaban por qué pintaba gordas, pero no eran gordas, era volumen; ese tema de la diferenciación al final termina siendo un estilo característico que de verdad resalta entre artistas que pintan lo que vende, sin dejar de lado que sea importante lo comercial porque al final hay que vivir de esto”.
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Impacto en el arte
En esa línea, la pintora agregó: “Siento que mi estilo gusta mucho porque es un tema de color y llama mucho a las personas pero también sé que algunos no lo van a entender y van a ver obras con las que no resuenan tanto porque no van a ser tan comerciales como otras. Sin embargo, el estilo propio que estoy formando es muy importante para mi, quiero conservarlo y evolucionar con el tiempo, porque todo va evolucionando. Es un estilo que creo que puede marcar la diferencia, eso es lo que quiero con mi obra, que se note que es un sello, que se note que es un Sara Alarcón”.
Alarcón define su estilo como una distorsión de la realidad a través del color. Foto:Cortesía.
Alarcón ahondó en su método: “Yo tengo un proceso diferente a otros artistas, no hago tanto boceto ni pienso tanto la obra, sé la temática que quiero hacer pero no es que tenga todo fríamente calculado, yo lo que suelo hacer es dejarme llevar muchísimo por el lienzo, lo que hago es que, esto suena muy loco pero, dejo que el lienzo me diga por donde, “acá va este color, este otro, este brochazo”, así uno se deje llevar mucho, cada brochazo tiene una intención y un propósito en la obra que uno desconoce al principio, es como enredado pero siento que la obra en sí ya existe, de cierta forma te habla para que la crees y la hagas realidad, pero ya existe en el universo y en la energía, te llega; uno como artista es canalizador de esa energía que le llega para transmitirla al lienzo. A veces me quedo mirando mis cuadros y digo ‘wow, esto de donde salió’… Hay un propósito más grande con cada obra, estás dejando tu historia en ese cuadro, siento que cada brochazo tiene una intención y parte de tu historia, me parece mucho más bonito, resueno mucho con esa frase pero agrego lo de la historia».
Además de querer dejar huella con su obra, Sara fue más allá y quiso generar un impacto en la parte del negocio del arte con la creación de Brocha, una plataforma que pretende reducir la burocracia y facilitarle a los artistas la comercialización de su obra.
“La apuesta con Brocha es maravillosa y es algo que creo que va a romper muchos esquemas en el mundo del arte. Hace algunos años me dedico a esto y he podido vivir en carne propia lo que es lidiar con una galería, estar en el tema de negociaciones y porcentajes; que artistas emergentes no puedan llegar a galerías de renombre porque no tienen la experiencia porque se cree que el valor o la calidad de la obra se basa en esa experiencia… La verdad es que no porque he visto artistas nuevos que hacen cosas maravillosas, eso va en otras cosas, entonces siento que a veces es muy difícil para los artistas acercarse a estos espacios y que les abran campo”, aseguró.
Alarcón señaló que la manera en la que funciona la exhibición del arte en la actualidad también supone una serie de complejidades para la gente que lo consume.
“Y también para el público en general. A veces se sienten muy intimidados por visitar una galería o un museo; cómo se analiza o la imposibilidad de comprar un original son barreras de entrada que se ponen y están establecidas desde hace mucho, con ‘Brocha’ queremos quitar tantos intermediarios del camino de manera que el artista pueda vivir de su obra, su arte y su negocio, que lo vea como negocio y que se quite esa creencia de que si se gana dinero con la obra no es artista, porque claro que es por amor al arte que lo hacemos, pero por amor al arte hay que vivir del arte, sería lo ideal”, explicó.
Sara Alarcón sentenció: “Muchos artistas deben dedicarse a otras cosas y dedicar su espacio libre a pintar”.
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Rentabilidad, trazabilidad y cercanía
Luego, la artista entró en detalles al funcionamiento y el propósito de la plataforma: “Con ‘Brocha’ lo que queremos es democratizar el arte, que las personas puedan acercarse, observar y adquirir obras originales, conocer su historia y acercarlos. y a la vez descentralizar el arte, porque queremos llevarlo a otros lugares fuera de galerías y museos que a pesar de que son muy importantes, pueden ser inaccesibles para otras personas; llevarlo a cafés, joyerías, tiendas de ropa; llevarlo a espacios que ya estén habitados por las personas”.
Alarcón durante el evento de lanzamiento de ‘Brocha’ en Cartagena. Foto:Cortesía.
Además, Alarcón, como cabeza del proyecto, explicó que con ‘Brocha’ también quieren darle solución a una especie de problemática que surge cuando el artista vende su obra: perderle el rastro.
“Lo otro es darle trazabilidad a la obra, cuando vendes una obra de arte te entregamos certificado de autenticidad en papel pero después no sabes qué pasa con la obra, sale de tus manos y para mi son como hijos, entonces uno quiere saber y tener relación con el coleccionista: dónde lo van a poner, cómo es la casa; uno tiene relación muy íntima con el coleccionista, es un hijito que se te va y después no sabes que va a pasar. Lo que buscamos con los certificados de autenticidad grabados en Blockchain es poder dar trazabilidad, saber qué manos la tienen, y que el artista pueda conseguir regalías por la venta de sus obras en el mercado secundario, queremos tratar las obras de arte como música”.
Alarcón profundizó en ese punto: “Cuando pones música en un local comercial te llegan regalías, queremos que el artista tenga regalías cada vez que se venda una obra a un coleccionista diferente al primero, saber dónde está. Impactamos tres etapas del arte: artista, coleccionista y persona que se acerca al arte sin coleccionar pero con interés, cubrimos 360 grados. ‘Brocha’ llega como plataforma para crear comunidad en el mundo del arte y ser ese aliado que los artistas necesitamos y que a mi me hubiera encantado que existiera cuando empecé, porque uno se encuentra esas barreras, es dejar atrás los egos y trabajar todos juntos en pro de vivir de nuestras pasiones”.
Con respecto al factor de la digitalidad y la certificación en Blockchain, Alarcón hizo un inciso con respecto a la diferencia entre Brocha con el auge del NFT en 2022.
“Yo hice NFT, me subí a esa ola en el 2022, me pareció fascinante el tema de las regalías, el tema de la originalidad no tanto porque se creaban series de una misma obra entonces se cayó mucho en la repetición, pero aquí es diferente porque certificamos obras de arte físicas originales y únicas; que tu puedas pedir un cuadro en la técnica que más te guste y el certificado va a estar grabado en Blockchain, no la obra sino el certificado, esa es la diferencia”.
Alarcón continuó: “Lo que veía con los NFT es que el problema eran las billeteras, no todo el mundo tenía billetera de Blockchain y además no sabían que era, había desconocimiento y poco interés de aprender, entonces creo que por eso se estalló la burbuja, no hubo suficiente pedagogía”.
La artista e ilustradora señaló que el objetivo también es simplificar los procesos para los artistas, de manera que los creadores se puedan concentrar en pintar y no en tener que gestionar estas herramientas.
Sara Alarcón durante el evento de lanzamiento de ‘Brocha’ en Cartagena. Foto:Cortesía.
“Estamos en proceso de evaluación de los artistas que tenemos en la mira y que queremos fichar para ‘Brocha’, no estamos cerrados a que más artistas se postulen porque queremos que siga creciendo, tenemos artistas colombianos pero también gente del mundo del arte en Perú que han manifestado que quieren sumarse. Queremos abrirnos a mercados internacionales pero siempre priorizando artistas latinoamericanos”, concluyó la artista.
‘Brocha’ lanzará su primera serie de eventos en agosto de 2025, comenzando en Colombia y expandiéndose próximamente a Perú, México y Argentina.
NICOLÁS TAMAYO ESCALANTE
Periodista de Nación, en Medellín.
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