El monumento de hoy, celebrado el último lunes de mayo, es una de las fechas más importantes en los Estados Unidos. El propósito es rendir homenaje a los miembros de las fuerzas armadas que murieron en la batalla y recordar a sus víctimas para defender la nación.
El origen del día
El monumento de hoy se originó en la Guerra Civil Americana. Durante este conflicto, muchas ciudades comenzaron a realizar ceremonias para honrar a los soldados caídos. En 1868, el general John A. Logan estableció el Día de la Decoración y estableció el 30 de mayo como una fecha oficial para honrar a los combates del sindicato.
Con el tiempo, el recuerdo se desarrolló para incluir a todos los fallecidos militares en la batalla. Después de la Primera Guerra Mundial, el tributo se amplió a aquellos que habían servido en algún conflicto y consolidaron su relevancia nacional.
En 1971, la memoria del Día del Congreso de los Estados Unidos se formalizó como un feriado nacional y trasladó su celebración al último lunes de mayo para facilitar la participación de los ciudadanos.
¿Cómo se caen en la gloria de la batalla?
Uno de los eventos centrales en Day Memorial ocurre en el cementerio nacional de Arlington, en Virginia, donde el presidente o vicepresidente coloca una oferta floral en la tumba al soldado desconocido.
Además, muchas ciudades se realizan desfiles militares, ceremonias patrióticas y eventos de memoria. Muchas familias visitan cementerios y monumentos dedicados a soldados caídos y dejan flores y banderas en sus tumbas.
En algunos estados del sur, los soldados que murieron por el ejército confederado durante la Guerra Civil todavía están separados, con fechas que varían según la región.
Un día de memoria y respeto
Aunque el Día de los Caídos también marca el comienzo no oficial en el verano en los Estados Unidos, su verdadera importancia radica en recordar a quienes brindaron sus vidas en servicio.
A través de ceremonias, momentos de silencio y gestos de respeto, la sociedad estadounidense da vida al recuerdo de sus soldados caídos, lo que garantiza que sus sacrificios nunca fueron olvidados.