Luiz Inacio Lula Da Silva, presidente de Brasil, está enfermo el martes sus compromisos oficiales y trabajó desde la casa oficial mientras se recuperaba de un «laberinto», una condición en el oído, que fue diagnosticada con la noche.
El presidente de 79 años se despertó bien, pero dado que los síntomas tardan de 24 a 48 horas en reducir o desaparecer con medicamentos, es enviado desde el Palacio Alvorada «, en Brasil, una fuente de la presidencia a la AFP.
Lula se sintió mal el lunes y sufrió vértigo, por lo que cesó parte de la agenda oficial de hoy y los exámenes se realizaron en un hospital en Brasil, que arrojó el diagnóstico de «laberinto».
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Los médicos dijeron que los análisis de imagen y sangre eran «todos dentro de la normalidad» y le ordenaron que descansara por el resto del día.
El martes por la mañana, se planeó participar en una ceremonia para el Día del Diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores y por la tarde, en una reunión con directores de la Universidad Federal en Brasil.
El presidente tiene varios viajes el miércoles y jueves a los estados Pernambuco, Paraíba, Paraná y Santa Catarina.
La fuente de la presidencia dijo que «durante el día» se decidirá si se mantiene el plan de desplazamiento de la izquierda.
Lula debe ser operada rápidamente a fines de 2024 por sangrado intracraneal, como resultado de un golpe en la cabeza que sufrió en octubre cuando cayó en el baño en su casa.
Después de su convalecencia, reanudó su intensa actividad de los acontecimientos en Brasil y en el extranjero.
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¿Qué es el laberinto?
Es la liberación del laberinto trasero que puede afectar los nervios que se originan en él. El laberinto es responsable de ayudarnos a mantener el equilibrio, la orientación espacial e información postural.
Señales de advertencia:
La mayoría de los síntomas suelen ser repentinos y graves, los síntomas más comunes son tener la sensación de incluso girar cuando estamos quietos.
- Los ojos se mueven involuntariamente y evitan el enfoque en el aspecto.
- Notamos algún tipo de mareos.
- Sentimos una discapacidad total o parcial para escuchar el sonido en un oído.
- Perdemos el equilibrio.
- Tenemos náuseas o vómitos.
- Notamos un zumbido u otro sonido en los oídos.
- Tenemos piel pálida, fría o sudorosa.
