Llamada urgente de los habitantes de la línea de meta

Recientemente, el río Ariari ha generado una nueva crónica de desastres, ya que su desbordamiento ha influenciado de manera negativa en varias vías de las comunas de El Dorado y El Castillo. Esta complicado panorama se presenta al menos un mes después de un primer hacinamiento en el sector de Alto Ariari, que se encuentra en el departamento de Meta. La situación ha llevado a muchos residentes a un estado crítico, pues los caminos están bloqueados y el acceso a servicios esenciales se ha vuelto sumamente complicado.

Raúl Hernández Quimbayo, quien ocupa el cargo de Presidente del Consejo Social en La Isla Uno, dentro de El Dorado, ha hecho un ferviente llamado al gobierno nacional en busca de ayuda. Hernández expresó con preocupación: «El desbordamiento del río Ariari nos ha aislado completamente, dado que el camino ha sido tomado por el agua, lo que también ha provocado cortes de electricidad y nos ha dejado rodeados por el líquido elemento».

Las comunidades de El Dorado y El Castillo enfrentan severas inundaciones tras el desbordamiento del río Ariari en Meta. Foto:Facil

Durante la tarde y la noche del domingo, intensas lluvias en la Cordillera Oriental provocaron que el río Ariari desbordara, arrastrando agua a las calles y afectando diversas tiendas minoristas. Este desastre generó inundaciones que persistieron hasta la mañana siguiente, alargándose hasta el mediodía.

Hernández relató que, al recibir advertencias sobre las posibles inundaciones, los vecinos se comenzaron a alarmar y a advertir a sus familias. Esto fue crucial para evitar que se produjeran pérdidas de vidas, aunque los efectos sobre los cultivos fueron devastadores. «Se han perdido muchos cultivos de plátano, mani, papaya y frutas como la maracuyá, lo que es un duro golpe para todos nosotros», comentó.

Después de la catástrofe, el gobernador de Meta, Rafael Cortés, tomó acciones rápidas al ordenar una respuesta inmediata a esta crisis a través de la Dirección de la Unidad de Riesgo y Digerd (Digerd). Esta entidad se encargó de evaluar los daños en zonas críticas como La Isla, San José, Diamante, San Isidro y Pueblo Sánchez.

Digerd, en colaboración con varias organizaciones de ayuda y la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), mobilizó un helicóptero Blackjack UH-60 para evacuar a las familias que se encontraban aisladas debido a la emergencia provocada por las inundaciones. Fue un esfuerzo heroico en medio de condiciones caóticas.

Las comunidades de El Dorado y El Castillo enfrentan severas inundaciones tras el desbordamiento del río Ariari en Meta. Foto:Facil

El personal aéreo, conocido como «Ángel», que incluye pilotos, tripulaciones de rescate y expertos en emergencias, actuó con rapidez en esta situación crítica y logró rescatar a 23 personas, entre las cuales se encontraban seis niños y adultos mayores, algunos con discapacidades físicas. La FAC informó que estas personas estaban ubicadas en seis puntos diferentes donde el flujo del río no alcanzó, aunque sus hogares estaban, en su mayoría, inundados e inhabitables.

Yoder Quintero, una de las personas rescatadas de la Isla Uno, la zona comunitaria de El Dorado, comentó sobre la difícil situación: «Estamos rodeados por el agua, aislados de todo. No tenemos acceso a bienes básicos, ni a alimentos, y estamos en una situación precaria».

El presidente de la junta de la comunidad, quien representa a los habitantes de El Diamante, aseguró que ellos no pudieron abandonar la zona debido a que el acceso estaba completamente tomado por el agua, lo que les ha dejado en una situación sumamente vulnerable.

Hernández Quimbayo, en su rol como líder comunitario, hizo un llamado desesperado al alcalde de El Dorado, Óscar Olay, para que contactara a Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (UNGD). Solicitó el cumplimiento del compromiso hecho durante una visita anterior, donde se prometió enviar maquinaria para atender la crisis, al menos una vez que el río Ariari se recupere de esta devastación.

La UNGD ha enviado ocho máquinas para proporcionar asistencia en las comunidades afectadas por el río Ariari. Foto:Meta

El presidente de la junta de la comunidad de Vereda La Isla Uno mencionó que no se requieren máquinas de pequeño tamaño para las labores de remoción, ya que estas podrían ser arrastradas por el río. «Necesitamos maquinaria adecuada y robusta para enfrentar esta calamidad», aseguró con firmeza.

Ante esta realidad, la entidad gubernamental ya ha enviado ocho máquinas con el compromiso de completar el soporte durante al menos 2400 horas para asegurar que las comunidades afectadas reciban la atención que requieren.

Nelson Ardila Arias

Especial a tiempo

Villavicencio

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