El gobierno del Atlántico ha tomado una decisión proactiva al activar su plan de emergencia, dirigido específicamente a gestionar la primera temporada de lluvias que afecta a la región. Los recursos y fondos se están concentrando de manera efectiva para asegurar que se realicen acciones decisivas. La estrategia incluye prevención, monitoreo y atención inmediata en situaciones de emergencia.
Una de las medidas más significativas en este plan es la exhaustiva limpieza de 300 kilómetros de canales de drenaje, así como de carreteras rurales y terciarias en los municipios del Atlántico sur. Esta acción es fundamental para reducir el riesgo de inundaciones, además de facilitar el movimiento y la conectividad en las áreas rurales afectadas por la temporada de lluvias.
En este sentido, Nelson Oquendo, subsecretario de prevención y atención de desastres, subrayó la importancia de estas tareas, indicando que su propósito radica en optimizar el flujo de agua y restablecer las capacidades esenciales de funcionamiento en nuestras comunidades. Esta intervención se presenta como una medida preventiva vital.
Además, el funcionario anunció que se llevará a cabo un monitoreo continuo del río Magdalena. Según los últimos informes de las estaciones de San Pedrito y Calamar, los niveles de agua se mantienen dentro de parámetros normales, a pesar de una pequeña tendencia al alza en esos niveles. «Esto nos proporciona tranquilidad, ya que no hay una influencia significativa en el canal de la tumba ni en el tanque de Guájaro», comentó Oquendo.
Impacto en varios municipios
La temporada de lluvias ha impactado considerablemente en el Atlántico. Los recientes aguaceros han causado estragos en múltiples sectores del departamento. En Barranquilla, los últimos dos episodios de lluvia generaron el colapso de árboles y afectaron redes eléctricas, además de provocar desbordamientos y serias inundaciones.
            Una corriente abrumada por la soledad, que causó una avalancha de varias casas.
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La situación no es distinta en los municipios del área metropolitana. En Soledad, en el sector de Maja, específicamente en Carrera 50, entre las calles 13 y 14, una avalancha fue provocada por el desbordamiento de la corriente el pasado miércoles por la tarde, lo que resultó en el colapso de varias casas.
Visitas a los municipios
Como parte de este plan de emergencia, el gobierno ha llevado a cabo visitas a los municipios de Santo Tomás, Campo de la Cruz y Luruaco, con el fin de identificar puntos críticos y fortalecer las estrategias de prevención a nivel local.
            El amarre de los techos es actualmente importante en la fuerte brisa y la lluvia.
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En el último lugar mencionado, una tormenta reciente debilitó al menos a 29 casas. En el Corregimiento de Hibcaro (Pijó), un desbordamiento de la corriente provocó un daño considerable en el cementerio local.
Oquendo subrayó la importancia del trabajo coordinado con los alcaldes y los consejos municipales de gestión de riesgos, quienes están en alerta y listos para actuar ante cualquier eventualidad. «Con todas estas actividades, garantizamos que lograremos tener un Atlántico más seguro y resiliente frente a los desafíos climáticos que se presentan», concluyó.
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