Hablando de AKA The Devil Driver y conecta al Pastor Lora con «El Calvo»

El 29 de diciembre de 2024, el tranquilo ambiente del restaurante «Sorbets y Yugos», situado en el bullicioso centro de Aguachica, César, se convirtió en un escenario trágico. En este lugar, cuatro miembros de una misma familia fueron cruelmente asesinados por un grupo armado. Este violento incidente impactó no solo a la comunidad local, sino que resonó a lo largo y ancho del país. Las víctimas incluían a Marlon Lora, un reconocido líder religioso en la región, así como a su esposa Yurlay Rincón y su hija Ángel Natalia. El hijo menor, Santiago, también sufrió graves heridas en el ataque, falleciendo dos días después debido a sus lesiones en el hospital.

Las autoridades se valieron de grabaciones de cámaras de seguridad para reconstruir los momentos previos al ataque. De acuerdo con los informes, uno de los agresores descendió de una motocicleta armado y abrió fuego indiscriminadamente contra los miembros de la familia que se encontraban almorzando. Esta brutal escena fue capturada y ha sido objeto de análisis exhaustivo por las autoridades encargadas de la investigación.

En el lugar de los hechos, se encontraba Zaed Andrea Sánchez Polanco, apodada «la Diabla.» Esta mujer había estado involucrada sentimentalmente con Alexander González Pérez, mejor conocido como «El Calvo», quien había sido asesinado dos días antes en un tiroteo en Magdalena I. Las autoridades establecieron que Sánchez era en realidad el objetivo original de los atacantes, pero los miembros de la familia fueron víctimas colaterales en esta tragedia.

Se debe mencionar que Zaida era una joven de 29 años, originaria de Cesar, y había estado implicada en diversas controversias, incluyendo vínculos con redes de extorsión y homicidio. En 2021, fue detenida por estos mismos delitos, aunque argumentó que era víctima de represalias por parte de las autoridades. A pesar de las acusaciones, «la Diabla» mantenía una activa presencia en redes sociales, exhibiendo un estilo de vida opulento, adornado con automóviles de lujo y costosas joyas. Por su parte, «El Calvo» tenía antecedentes relacionados con el tráfico de drogas y otros delitos.

En las primeras etapas de la investigación, surgió la hipótesis de que la confusión podría haber jugado un papel en el ataque, ya que la hija mayor de la familia Lora guardaba un notable parecido con una mujer buscada por los atacantes. Los investigadores consideraron también la posibilidad de que el ataque estuviera relacionado con represalias por disputas criminales. Durante semanas, se revisaron más de 240 horas de grabaciones con el fin de rastrear movimientos y planificaciones que llevaran al crimen.

En enero de 2025, la oficina del fiscal comunicó la captura de cuatro individuos acusados de ser responsables del ataque: Jairo Andrés Miranda Ramírez, José Miguel Leal Rodríguez, Leonardo de Jesús Barraza Castillo y Jorge Luis Valderrama Cuba. No obstante, nuevas declaraciones de un individuo, quien afirmaba haber sido el conductor de «la Diabla» el día de la masacre, generaron un revuelo y condujeron a una revisión de lo que se pensaba hasta entonces.

Nuevos Testimonios: Las Revelaciones del Conductor

En una entrevista concedida al medio Testigo Directo, el testigo comentó sobre lo que vivió aquella fatídica mañana. Relató que se encontraba en el restaurante cuando un hombre armado ingresó y disparó inmediatamente hacia Marlon Lora, quien se encontraba a pocos pasos de él. El testigo narró cómo «la Diabla» había solicitado ser transportada para asistir al funeral de «El Calvo», su pareja, tras ser asesinado el 27 de diciembre.

El testigo también mencionó que había recogido a la mujer pocos minutos antes del ataque, y que recibió una llamada desde la funeraria para que se unieran a otros tres comensales a almorzar. Una vez en el restaurante, se desató la tragedia: «El atacante disparó al pastor, a su esposa, y luego a la niña. El niño intentó defenderse, levantando las manos, pero rápidamente se fue a refugiar debajo de la mesa», explicó el conductor.

Después del ataque, «la Diabla» logró escapar e ingresar a un centro médico cercano. En medio del caos, había solicitado al conductor que la recogiera con un vehículo, pero él expresó su nerviosismo, sintiéndose abrumado por la situación.

En su declaración, el testigo reveló que «la Diabla» había tenido sospechas de que Marlon Lora poseía pertenencias que habían pertenecido a «El Calvo». Según sus palabras, había una disputa entre ellos por este material, lo que sugiere que el ataque podría haber sido motivado por un conflicto personal entre ellos más que un ataque indiscriminado.

Por el momento, la fuente de Dijín, citada en Testigo Directo, confirmó que la investigación había obtenido nuevos elementos tras la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad. Según el investigador, el asesino estaba confundido en la escena del crimen y, tras disparar, intentó escapar sin un rumbo claro. «La motocicleta sirvió como un medio para que ‘la Diabla’ pudiera huir rápidamente hacia el hospital», explicó.

Se ha informado que el ataque fue planificado días antes del odio hecho, con materiales responsables que llegaron a Aguachica desde Cúcuta y Barranquilla, donde comenzaron a seguir a «la Diabla» desde el 27 de diciembre. Los detalles investigativos continúan surgiendo, y las autoridades están decididas a buscar justicia para las víctimas de este horrendo crimen.