En algún rincón de los Andes, un general retirado colgó el uniforme. Cerró la puerta de una vida gobernada por órdenes y estructuras, y decidió romper la cadena. No por la rebelión gratuita, sino por amor. Amor por la música. Amor al arte. Amor por la libertad. Power Rtrío Juan Mejía (batería), Harold Caicedo (bajo y voz) y Daniel Portilla (guitarra y voz).
Así, el general Bong nace, no como un carácter, sino como un símbolo de contradicción: el «general», la autoridad y el control; El «bong», expansión mental y ruptura. Esta mezcla da su nombre a un trío de poder que ha elegido el camino de la autenticidad desde 2015: música hecha con manos, sin atajos digitales, sin filtros, sin algoritmos, que está compuesto por Juan Mejía (tambores), Harold Caicedo (bajo y voz) y Daniel Portilla (guitarra y voz))
Su primer álbum apareció en 2017, y desde entonces han construido su propio sonido, cargado de ritual y energía. Las guitarras crudas, las voces sin tacto y los mínimos vibrantes se convierten en mantras eléctricas, oraciones de sonido para una generación que busca significado.
Al principio, eran caos y gritaban. Hoy, su viaje es introspectivo: «Queremos transmitir un mensaje de conciencia», dicen. No solo romper, sino también reconstruir. No solo molesta, sino que sane. Hablan de amor como resistencia, del arte como refugio, de la música como verdad.
En sus presentaciones en vivo, hay algo sagrado. Una conexión que no se pretende. Porque lo que hacen no es solo música: es un acto de fe.
El general Bong no es solo una banda. Es la historia de un renacimiento. De alguien que cambió la guerra por la guitarra. Y en ese acto, encontró lo que muchos buscan: significado, libertad … y amor.
