Fall colombiano en México: el sitio web clave en su desaparición

Nuevas pistas en la desaparición colombiana en México: examinar la trata de personas vinculadas al controvertido sitio
María Camila Díaz Grajales es una joven colombiana de gran espíritu que decidió emprender un viaje a México en busca de una oportunidad laboral que le prometieron ser el inicio de una nueva vida. Sin embargo, este viaje que debería haber significado esperanza y progreso se ha convertido en una pesadilla, ya que ha estado desaparecida desde el 26 de febrero de 2025. Casi un mes ha transcurrido, y la incertidumbre reina en su entorno familiar, mientras las autoridades parecen seguir una pista crucial que podría conducir a su paradero: la posible conexión de su desaparición con una red de trata de personas que utilizaría una página web conocida como Tienda VIP.
Según reporta Heraldo de México, esta plataforma digital podría ser una versión modernizada del polémico portal Zona de diva, que fue cerrado en el 2017 tras estar vinculado con graves crímenes como la explotación sexual y al menos tres femicidios. El presunto creador de este último sitio, Ignacio Antonio Santoyo Cervantes, conocido en el mundo del crimen como «El Soni», fue finalmente capturado, pero su legado oscuro parece continuar con Tienda VIP, que podría estar repitiendo el mismo patrón siniestro que destruyó tantas vidas anteriormente.
En un giro escalofriante de los eventos, en marzo de este año la oficina del fiscal colombiano LIX, que dirige Verónica Novoa Montenegro, arrestó a varios individuos implicados en esta ominosa red de trata. Se descubrió que estos criminales estaban reclutando mujeres al ofrecerles falsas promesas de empleo. Una vez que estas víctimas llegaban a México, se les despojaba de sus documentos de identidad y se les forzaba a trabajar en condiciones deplorables, generando deudas a través de la prostitución. Verónica Novoa sería el nexo crucial con la organización que opera desde Colombia, en particular, focalizándose en la ciudad de Villavicencio, donde captan a sus objetivos más vulnerables.
Por otro lado, la familia de María Camila ha compartido que, tras su llegada a la Ciudad de México a finales de enero, mantenía contacto frecuente. Sin embargo, notaron que evitaba ofrecer detalles sobre su nuevo trabajo, y las videollamadas con ella mostraban solo su rostro o el entorno de su habitación, sin proporcionar más contexto. El 26 de febrero, su comunicación se interrumpió abruptamente; dejaron de recibir respuestas y, tras varios días sin saber de ella, la familia finalmente decidió presentar una denuncia ante la fiscalía colombiana el 3 de marzo, además de contactar a la embajada colombiana por la preocupación que sentían por su seguridad.
A medida que las autoridades continúan investigando este caso inquietante y tratando de desentrañar el misterio en torno a la desaparición de María Camila, su familia aguarda con ansias y desesperación respuestas que puedan llevar a su regreso seguro. La inquietante realidad de la trata de personas sigue siendo una problemática alarmante en la región, y la historia de María Camila es solo un recordatorio doloroso de los peligros que enfrentan muchas personas que buscan una vida mejor.