Este lunes 21 de abril de 2025, se marca el fin del pontificado de 12 años de Jorge Mario Bergoglio, más conocido como Papa Francisco, quien falleció a la edad de 88 años. Su muerte representa una tragicidad significativa, no solo para los católicos, sino también para muchos que vieron en él un símbolo de esperanza y modernidad en la Iglesia Católica. Con su partida, se abre la puerta a una nueva era en esta institución, lo que lleva a la inevitable búsqueda de un nuevo líder a través del antiguo y solemne rito del Cónclave.
El Cónclave es un proceso que reúne a los cardenales menores de 80 años en la Capilla Sixtina, donde deliberan en un ambiente de secreto absoluto. Esta ceremonia, cuyo nombre proviene del término latino «clave» (llave) se caracteriza por ser un encuentro restringido, en el que los cardenales permanecen aislados hasta que logran elegir un sucesor. Durante este período de «oficina central vacante», que ocurrirá tras la muerte del pontífice, se siguen protocolos específicos, donde «nada debe renovarse,» de acuerdo con las leyes canónicas de la Iglesia.
Es interesante notar que hasta la fecha, la Iglesia Católica ha tenido un total de 266 papas, siendo el más reciente Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el rol de Papa Francisco en 2013. Desde su elección, Bergoglio trajo cambios significativos, promoviendo una política más abierta en varios temas importantes.
¿Cómo se lleva a cabo el Cónclave para elegir al nuevo Papa?
La ceremonia del Cónclave, cargada de simbolismo y tradición, sigue un procedimiento meticuloso. Tras la muerte del Papa, el Camarlengo, actualmente Kevin Farrell de Estados Unidos, tiene la responsabilidad de manejar los asuntos de la Santa Sede y convocar a los cardenales para los funerales y el proceso de sucesión.
Preparación: Antes de iniciar el Cónclave, los cardenales deben acordar su fecha, la cual se llevará a cabo antes del vigésimo día de «oficina central vacante». Este momento crucial es seguido por el aislamiento de los cardenales, quienes son encerrados para promover un ambiente de acuerdo mutuo y evitar cualquier tipo de interferencia externa. Esta práctica de aislamiento tiene su origen en el año 1270, cuando los vecinos de Viterbo, cansados de las demoras, decidieron encerrar a los cardenales hasta que eligieran un nuevo Papa, lo que llevó a la elección de Gregorio X.
Una vez sellados en la Capilla Sixtina, los cardenales discuten sobre posibles candidatos, y solo los menores de 80 años tienen derecho a votar o ser elegidos. El inicio de este día histórico es marcado por la misa «Pro Eligendo Papa» en la Basílica de San Pedro, seguida del procesional hacia la Capilla Sixtina mientras entonan el canto «Veni Creator».
En el momento en que se cierra la puerta tras ellos, los cardenales juran mantener secretos y formalizan sus votos. Este proceso incluye estrictas medidas de seguridad, incluso el uso de inhibidores de frecuencia para garantizar la privacidad del proceso.
Cardenales votantes: Actualmente, hay 138 cardenales elegibles para votar desde febrero de 2025, representando a diversas naciones: 54 de Europa, seguidos por 24 de Asia, 18 de Sudamérica, 16 de América del Norte, 18 de África, y 4 de Centroamérica y Oceanía. Francesco ha intentado descentralizar la Iglesia, promoviendo un enfoque más inclusivo.
Método de votación: El Cónclave elimina las opciones de aclamación y compromiso; en cambio, la elección del Papa se realiza a través de votaciones secretas. Para que un candidato sea elegido, se requiere una mayoría de dos tercios de los votos. El primer día del proceso suele realizarse una sola votación. Si esta resultara inconclusa, habrá dos votaciones matutinas y otras dos vespertinas durante los días siguientes.
Proceso de escrutinio: El «Scrutinium» será supervisado por tres cardenales responsables y otros tres encargados de verificar la legitimidad del proceso. Cada uno de los votantes utiliza papeletas que indican «Eligo in Summum Pontifam» y tienen un espacio para escribir el nombre del candidato elegido.
Tras recoger los votos, cada cardenal hace un juramento ante Dios antes de depositar su voto en la urna. Después de que todos los cardenales hayan votado, comienza el conteo exhaustivo de los votos, donde los escrutadores leen cada uno de ellos en voz alta.
Fumata: Los votos son incinerados después de cada votación en una estufa instalada para el Cónclave, y el color del humo que emane de la chimenea indica el resultado: humo blanco significa que un nuevo Papa ha sido elegido; humo negro indica que el proceso debe continuar. Anteriormente, se utilizaban madera o paja, pero ahora se emplean productos químicos para un resultado más claro.
Candidatos potenciales para ser el nuevo Papa
A continuación, se presenta una lista de los nombres más mencionados como posibles sucesores para el cargo de Papa en la Iglesia Católica:
Raymond Leo Burke: A sus 76 años, este cardenal estadounidense es conocido por ser uno de los críticos más vocales de Papa Francisco. Apoyado por Donald Trump, representa la facción más conservadora de la Iglesia. Durante su carrera, ha mantenido una postura firme en contra de varias reformas, incluyendo la comunión para católicos divorciados.
Peter Turkson: También de 76 años y oriundo de Ghana, Turkson fue un candidato en 2013, y en la actualidad es considerado nuevamente, con la posibilidad de convertirse en el primer Papa negro y el primero proveniente de África. Es un moderado y actual presidente del dicasterio para el desarrollo humano.
Malcolm Ranjith: A sus 76 años, el cardenal de Sri Lanka ha sido apoyado por papas anteriores, incluyendo a Juan Pablo II y Benedicto XVI. Elegante en su postura conservadora, ha criticado abiertamente algunas de las reformas de Francisco y se ha enfocado en la liturgia tradicional.
Peter Erdő: Con 72 años, este cardenal húngaro también fue candidato en 2013. Conocido por su enfoque conservador en la familia y temas bioéticos, es arzbispo de Esztergom-Budapest y cuenta con el respaldo significativo de su país.
Willem Eijk: A sus 71 años como arzobispo de Utrecht en los Países Bajos, Eijk es un teólogo tradicional que ha criticado diversas reformas sobre moralidad, alineándose a la visión de la Iglesia de Benedicto XVI.
Pietro Parolin: De 70 años, es el actual Secretario de Estado del Vaticano y un influyente diplomático. Reconocido por su pragmatismo y habilidades diplomáticas, se ha mantenido cercano a las posturas moderadas y ha sido parte de importantes negociaciones, incluyendo aquellas relacionadas con China.
Matteo Zuppi: Con 69 años, el arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal italiana es conocido por su mediación y diálogo interreligioso, presentando una postura progresista.
Luis Antonio Tagle: Con 67 años, este cardenal filipino es el prefecto del dicasterio para la evangelización y es considerado un potencial candidato progresista, alineado con el legado de Francisco y podría ser el primer Papa asiático en la historia.