La Cámara de Representantes de los Estados Unidos dio luz verde a un nuevo impuesto del 3.5% sobre las transferencias enviadas al extranjero por migrantes sin ciudadanía estadounidense. La acción, promovida por el ex presidente Donald Trump dentro de su mega proyecto por la Ley de Presupuesto, aún debe ser discutida y votada por el Senado. El nuevo impuesto en los Estados Unidos afectaría a millones de familias colombianas que viven con transferencias.
Este impuesto afectaría directamente a millones de trabajadores migrantes que envían dinero a sus países de origen, especialmente en América Latina. Aunque Trump originalmente propuso una tasa de interés del 5%, la presión política disminuyó el porcentaje.
Si se aprobara en el Senado, la nueva política fiscal entraría en vigor en 2026 e intentaría recaudar hasta $ 22,000 millones en ocho años. Los fondos, según el texto, se utilizarían para fortalecer los programas de seguridad y migración interna en los Estados Unidos.
Colombia sería uno de los países más afectados del nuevo tributo
Colombia, donde las transferencias representan una fuente creciente de monedas, podría ver un golpe duro en su equilibrio externo. Para 2024, el país recibió un récord de $ 11.8 mil millones, la mayor parte del territorio de los Estados Unidos.
No fue sino hasta el primer trimestre de 2025 que el Banco de la República informó por más de $ 3,130 millones. Analistas como César Pabón de Corphicolombiana dicen que las transferencias ya están excediendo los ingresos petroleros del país.
El impacto estimado para Colombia, si se aprueba el impuesto, sería de al menos $ 1.7 mil millones por año, lo que afecta directamente a miles de hogares cuyo sustento se debe a este dinero.
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Reacción en América Latina y Colombia; El nuevo impuesto en los Estados Unidos afectaría a millones de familias colombianas que viven con transferencias
El presidente Gustavo Petro planteó su voto en contra de la acción. A través de su cuenta X (anteriormente Twitter), pidió a los trabajadores colombianos en los Estados Unidos que manifiesten y califiquen el impuesto como «una disminución en su salario real».
Petro también le pidió al Congreso Colombiano que considerara aplicar una medida correspondiente de acuerdo con el principio de reciprocidad diplomática, que destaca las alarmas sobre un posible voltaje bilateral.
México, Guatemala, Honduras y El Salvador también expresaron su rechazo. En países como Honduras y El Salvador, las transferencias representan más del 20% del PIB, por lo que una disminución en el flujo tendría graves efectos en la salud, la educación y los alimentos.