Drama de 852 familias cerradas y desplazadas en Nariño – Primer plano
«Estamos cerrados, no puedes irte porque hay muchos bombardeos», hubo una expresión inquietante de un residente del distrito de Santa Rosa, en el municipio de Capbitarra, Nariño.
Dijo que el apartamento en medio del conflicto armado en el territorio era una verdadera pesadilla para ella y su familia, por lo que le preguntó al ejército nacional y al grupo armado residual Franco Benavides, con disidentes de FARC que detienen los enfrentamientos.
«En ese momento, somos una comunidad limitada completa cuando las peleas creen que las madres tienen que correr para criar a sus hijos, arriesgando la caída de la pelota perdida», dijo con preocupación.
El ejército intensificó la actividad contra los disidentes y Cumbitarr. Foto:@Fuerzasmilcol
Dijo que las clases escolares fueron suspendidas y luego agregó: «Todos estamos cerrados, no podemos salir a buscar comida o comprar medicamentos porque los niños ya están comenzando a enfermarse».
Para el líder social, Alfredo Leyton se centró en Bajo Cumbitar, pero su gran temor es que la acción del ejército nacional se está desarrollando para todos los municipios en la parte occidental de la montaña Nariño, es decir, Polycarpa, Leiva, El Rosario y Taminango.
Anunció que en Damasco Corregimiento en la comuna de Capbitara, las comunidades de los caminos de Gwadualito y Espiga fueron desplazadas por la lucha, pero también advirtieron que hay residentes que están en un estado de cierre.
«La población tiene mucho miedo de esta situación, no se atreverá a abandonar sus hogares, debido al miedo a la influencia en la influencia», señaló y agregó que a partir del 17 de mayo se desarrollan y continúan la pelea entre el ejército y el grupo armado ilegal.
Escenarios de guerra de Corregimientos
Por su parte, el alcalde de la comuna de Cumbitara, Adrian María López Marroquín, declaró que a partir del 16 de mayo, la jurisdicción ha estado frente a una difícil crisis humanitaria, de una confrontación constante entre el ejército y los disidentes de FARC.
Cientos de familias se vieron obligadas a salir del suelo. Foto:Específico
Argumentó que Corregimientos de Damasco, Santa Rosa y Sidón son escenarios de guerra en los que la población civil estaba en medio del fuego sacro.
Dijo que, según la lista inicial de la población, 852 familias afectadas por desplazamiento y cierre.
«También hay pérdidas materiales, como los efectos de la vivienda y la muerte de las mascotas, debido a la influencia del fuego y la detonación de bombas», dijo el funcionario.
Luego dijo: «De la administración de la ciudad, rechazamos toda violación de los derechos humanos y repetimos todo nuestro compromiso con la vida, la dignidad y la paz de todos nuestros residentes».
Ocho días después lograron ingresar
Solo ocho días después de una fuerte lucha, el Ejército Nacional y los disidentes de FARC en el área rural de la Comuné de Capbitara, Nariño, alcanzaron los primeros primeros auxilios humanitarios para las comunidades afectadas por el conflicto armado.
Hasta que Corregimiento Santa Rosa, los funcionarios del gobierno de Nariño pudieran ingresar el último sábado 23 de mayo para proporcionar 778 sets de ayuda humanitaria para familias cerradas en esta área de Cordiller Occidental de Nariño.
Fueron los derechos superiores y humanos que realizó el día de la atención humanitaria integral, que consistió en proporcionar a los suministros básicos diálogos directos con las comunidades.
Alex González, subsecretario de paz y derechos humanos del gobierno Nariño, dijo que la visita tenía como objetivo proporcionar a los residentes acompañantes que fueron limitados y reasentados desde el último lunes 19 de mayo.
«Estamos con los habitantes del área rural, diciéndoles que no están solos. Este es un momento difícil que requiere nuestra acción directa», dijo el funcionario.
Del gobierno, Nariño brinda ayuda humanitaria Foto:Gobernación de Nariño
«Nuestra prioridad es participar, proteger y acompañar a estas familias durante un fracaso», repitió.
Mientras tanto, después de recibir ayuda con su familia, un residente de Santa Rosa dijo: «Ver al gobierno y la oficina del alcalde en nuestra ciudad me dieron mucha satisfacción. Sentí que no estábamos olvidados y que aún podíamos soñar que todo volvía a la normalidad».
Este esfuerzo humanitario fue posible gracias a la formulación entre la institucionalidad, el diputado Isabel Rodríguez y los líderes comunitarios que se unieron a Wills for Peace, buscando la vida y protegiendo los derechos del gen.
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