Donald Trump se vistió como una papa: indignación en el Vaticano

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha reabierto un debate encendido tras la publicación de una imagen en la que aparece vestido como un alto pontífice. Esta imagen, generada por inteligencia artificial, ha surgido en un contexto de profundo luto en la comunidad católica tras el fallecimiento del Papa Franci. El gesto de Trump ha sido percibido como una burla a los líderes religiosos, provocando reacciones intensas en los medios de comunicación internacionales y en la opinión pública. La controversia ha llevado a la frase: «Donald Trump se vistió como una papa: indignación en el Vaticano».

De inmediato, la Conferencia Católica en el estado de Nueva York emitió un comunicado de condena, describiendo la imagen como ofensiva y desmedida. «Señor presidente, acabamos de perder a nuestro amado Papa. No se burló de nosotros», afirmó la agencia a través de su cuenta oficial en X, haciendo eco de la indignación de muchos creyentes.

La imagen en cuestión presenta a Trump vestido con una Sotana Blanca, una Mitra en su cabeza, una camiseta dorada y la habitual alzamiento de su mano en un gesto de bendición. Este retrato ha causado inquietud en un momento en el que la comunidad católica se encuentra a las puertas del cónclave que elegirá a un nuevo Papa.

Reacciones: de la defensa de Vance a las críticas al Vaticano y a Europa

Mientras la iglesia se prepara para un periodo de profunda solemnidad, las respuestas a la imagen de Trump no se hicieron esperar. El vicepresidente de los Estados Unidos, JD Vance, salió en defensa del presidente argumentando que se trataba de una simple broma. Sin embargo, la reacción en ciertos círculos religiosos y políticos ha sido mayormente negativa, subrayando lo inapropiado de la situación.

Imágenes de IA generan controversia religiosa. Donald Trump se vistió como una papa: indignación en el Vaticano.

El periódico italiano Repubblica no tardó en calificar a Trump de poseedor de una «megalomanía patológica». Igualmente, figuras políticas en Italia, entre ellas el ex primer ministro Matteo Renzi, condenaron el acto, catalogándolo como un grave insulto hacia los creyentes y las instituciones religiosas en general.

En una sesión de prensa en el Vaticano coincidiendo con el cónclave, varios periodistas indagaron sobre la imagen, pero el portavoz, Matteo Bruni, se abstuvo de hacer comentarios. La Casa Blanca también optó por el silencio ante la consulta de los medios sobre la razón detrás de la publicación y las posibles implicaciones diplomáticas que esta pudiera acarrear.

Puede que esté interesado: Victoria histórica en Australia: Anthony Albanese confirma su poder político

Trump y su fijación con el papado: broma o provocación política; Donald Trump se vistió como una papa: indignación en el Vaticano

Trump no se limitaría solo a compartir la imagen. Pocos días antes, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, expresó su deseo de ocupar el puesto del reciente fallecido pontífice. «Me gustaría ser padre. Nadie lo haría mejor que yo», proclamó, sorprendiendo a muchos con la audacia de sus palabras.

Asimismo, el presidente mostró su simpatía hacia el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, describiéndolo como un «muy buen candidato» para el nuevo Papa. Esta propuesta ha causado incomodidad en el contexto del cónclave, donde se presume que debe prevalecer el secreto para evitar influencias externas en el proceso.

Este episodio se suma a una larga lista de gestos provocativos por parte del presidente, quien ha tenido diversas fricciones con el Vaticano y los obispos de Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a su política migratoria y sus declaraciones controversiales. En este tiempo, mientras el mundo católico aguarda el humo blanco que anunciará al nuevo pontífice, el telón de fondo está marcado por una nueva controversia internacional que no hace sino aumentar la tensión en la comunidad de fe.

Salir de la versión móvil