Detectan anomalías en más de 12.000 armas, bombas y municiones fuera de control en la fábrica de Sogamoso – Primer plano

Los Directores de la Industria Militar de Colombia (Indumil), en especial de la planta de Santa Bárbara, ubicada en las afueras de Sogamoso, deben brindar aclaraciones sobre el informe especial enviado por la Presidencia de la República a la Procuraduría General de la República para que se investiguen los hallazgos.
Según un documento de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, obtenido por Caracol Radio, se detectaron graves irregularidades en el manejo de armas y municiones, lo que generó alarma por el riesgo criminal y la seguridad nacional. La gravedad de los hallazgos se clasificó en tres niveles: seguridad administrativa, seguridad criminal y seguridad nacional.
Fábrica Santa Bárbara Indumil Sogamoso. Foto:Gobernación de Boyacá
El descubrimiento de al menos diez bombas aéreas que pesaban entre 250 y 500 libras -algunas con carga útil activa- almacenadas en almacenes y contenedores fuera del sistema de inventario oficial encendió la primera alarma. Luego se encontraron granadas, cuerpos de granadas y municiones consideradas obsoletas y que tuvieron que ser fundidas, que sobrevivieron, entre otras cosas, junto con 4.189 cargadores de fusil intactos.
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«Estas bombas, algunas identificadas como MK-81 y BDU de entrenamiento, deben ser sometidas a un control estricto y a una gestión especializada de artefactos explosivos. Su persistencia sin registro plantea un riesgo real para la seguridad pública y la defensa nacional», subraya el informe.
Un rifle desarrollado por Indumil para la fuerza pública. Foto:Cortesía
La denuncia indica que, según Informe Sinergia 02.829.093 de fecha 19 de diciembre de 2023, funcionarios de la fábrica Santa Bárbara de Sogamoso registraron la presunta fusión y destrucción de armas pequeñas obsoletas, equipos optoelectrónicos y sus accesorios.
El documento fue firmado por siete gerentes regionales, entre ellos el coronel (derecha) Rubén Alonso Mogollón Araque, entonces gerente de la fábrica Santa Bárbara; Mayor (derecha) Bernardo Siachoque Celys, director de seguridad física; y cinco ingenieros, gerentes y directores de fundición, servicio, control de calidad y producción.
Sin embargo, Posteriormente, una comisión de la Policía Judicial visitó la fábrica y descubrió que el material declarado destruido, en particular más de 4.000 cargadores de rifle M16, no se había fundido. Las armas estaban guardadas en cajas, en buen estado, sin signos de modificación o daño.
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A la denuncia de la Secretaría de Transparencia se adjuntaron nuevos informes de la Auditoría Interna de Indumil mediante oficio OFI25-00129809 del 8 de julio de 2025. Documentó la exportación no autorizada de 502 granadas de 40 milímetros, 46 granadas de mortero de 60 milímetros que debían ser retiradas del servicio en 2022 pero que aún están almacenadas, y 7.256 cuerpos de granadas de 40 milímetros sin trazabilidad ni registros contables, algunos con un período de almacenamiento de hasta 15 años.
La industria militar colombiana es la entidad encargada de la producción y comercialización de armas. Foto:Indumil
Las conclusiones de la unidad que dirige Andrés Idárraga revelan material fuera de control en el caso Indumil y Revelan graves fallos e irregularidades en el manejo de material de guerra en la industria militar colombiana, con más de 12.000 componentes comprometidos, especialmente en la planta de Boyacá.
Además, la Secretaría de Transparencia advierte sobre la falta de control y trazabilidad de armas, lo que facilitaría escenarios de corrupción y uso ilegal de armas. La entidad enfatiza que el riesgo está más allá de la administración y requiere una revisión exhaustiva por posible pérdida, uso ilegal o manipulación ilegal de materiales de guerra, eventos que podrían conducir a delitos graves y amenazar la seguridad nacional.
Yecid Medina
Tunja, Boyacá
Especialmente para EL TIEMPO