Cuando el color no es la moda – Primer plano

En pasto, cada vez más personas ven su cabello como una forma de expresión, una forma de decir quién están sin palabras. En medio de esa tendencia, hay un lugar que se ha ganado un afecto especial porque entiende que el color no es solo seguir la moda de un pasajero, sino una extensión de identidad. Ese lugar es Victoria Peluquería, dirigida por Shirley Male.
Lo que diferencia a la victoria de otros peluqueros no es solo el hecho de aplicar tintes o seguir catálogos de colores, sino la forma en que abordan el color: primero escuche, observe y analice.
No se trata solo de elegir un tono popular; Es un proceso diseñado para cada persona, que comienza desde el diagnóstico del tono de la piel, el color natural del cabello, los ojos, el estilo de vida y, sobre todo, los gustos de quién está en la silla.
Los colores que están en auge, como cobre, miel, avellanas o rubias doradas, no aplican ciegas. Aquí, cada color busca mejorar lo mejor de cada cara, respetando la base natural del cabello y la capacidad de mantenimiento que requiere. La idea no es solo lograr un resultado hermoso durante un par de semanas, sino los colores modernos que permanecen bien con el tiempo y sin dañar la salud capilar.
Porque más allá de la técnica, en la victoria, la salud del cabello es prioridad. Cada servicio se acompaña de recomendaciones claras: qué necesidad de atención, qué productos usar y cómo mantener vivo el color sin sacrificar la fibra de cabello.
Victoria Peluquería no vende milagros ni promesas rápidas. Lo que ofrece es un espacio donde la confianza, el conocimiento y la responsabilidad van de la mano. En una ciudad que está apostando cada vez más por la expresión personal, poniendo tu cabello en las manos que entienden todo lo que no es un lujo, sino una decisión consciente.