Cónclave, los cardenales dan un juramento y bloquean la Capilla Sixtina
En un momento trascendental para la historia de la Iglesia Católica, el 2025 Cónclave ha comenzado, congregando a 133 votantes de los Cardenales en la sagrada Capilla Sixtina. Este encuentro, que está impregnado de rituales y tradiciones que han perdurado a través de los siglos, inicia una de las decisiones más críticas que tendrá lugar dentro de la institución eclesiástica: la elección del sucesor del Papa Francisco. En el interior de la Capilla Sixtina, estos 133 votantes se preparan para asumir la responsabilidad de elegir al nuevo pontífice, una tarea monumental que impactará a millones de fieles alrededor del mundo.
La procesión hacia la Capilla Sixtina
Con el inicio del cónclave, los cardenales participaron en una solemne procesión desde la Capilla Pauline. Durante este ritual, entonaron himnos y oraciones con el fin de invocar la guía y la sabiduría del Espíritu Santo. Esta procesión, que se extiende por la Sala real, es más que un simple recorrido; es un acto simbólico que representa la preparación espiritual que antecede a la significativa elección del nuevo líder de la Iglesia. Este momento crea un ambiente de reflexión y solemnidad mientras los cardenales se preparan para una de las decisiones más sagradas que pueden tomar.
Al llegar a la Capilla Sixtina, los cardenales se detuvieron para cantar bajo el magnífico fresco de Miguel Ángel que adorna su techo. En esta ocasión, entonaron el antiguo himno Veni, Creador Spiritus, un canto que data de más de mil años y que ha sido parte integral de la liturgia católica. Este poderoso himno invoca la presencia del Espíritu Santo, pidiendo que ilumine los corazones y las mentes de quienes están a punto de tomar una decisión tan importante.
El juramento de secreto
Una vez dentro de la Capilla Sixtina, los cardenales tomaron un juramento de Secreto eterno y eterno, comprometiéndose a no revelar nada sobre el proceso de votación. Este juramento no solo es un formalismo, sino que asegura la confidencialidad e integridad del cónclave, lo que es crucial para que la elección suceda de manera justa y transparente.
El compromiso colectivo de los cardenales incluye observar «con la mayor fidelidad … el secreto de todo lo que de alguna manera se relaciona con la elección del pontífice romano». Este juramento secreto es una de las últimas acciones que el mundo podrá presenciar antes de que se cierren las puertas de la Capilla Sixtina y se excluya a las personas externas bajo el pronunciamiento Omnes extra.
¿Cómo se desarrolla el voto?
El procedimiento del cónclave se lleva a cabo con rigurosidad y precisión:
- Cada cardenal anota el nombre de su candidato en una papeleta durante cada sesión de votación.
- Posteriormente, se realiza un estricto recuento de votos, garantizando que cada papeleta sea contabilizada con precisión.
- Si ningún candidato obtiene dos tercios de los votos, se procederá a una nueva votación.
- Una vez que se alcance un consenso, el resultado se anuncia de manera tradicional a través de la Vitrök, señalando que se ha seleccionado un nuevo papa.
Expectativa mundial
A nivel global, millones de fieles están atentos al desarrollo del cónclave, llenos de ansias por conocer quién será el sucesor del Papa Francisco. Esta elección no solo determina el futuro liderazgo de la Iglesia, sino que también podría tener repercusiones significativas en diversos asuntos sociales y políticos que afectan a la humanidad en su conjunto.
Un momento importante para la iglesia
La culminación de este cónclave en 2025 representa un nuevo capítulo para la Iglesia Católica. A medida que se establece el juramento de secreto y se inicia el proceso de votación, el mundo mantiene la esperanza de que el nuevo Papa asumirá la monumental responsabilidad de guiar a millones de creyentes a lo largo del camino de la fe.
