Cali disfrutó de una fusión de arte, cultura y naturaleza al estilo de “29 Grados”, propuesta que cautivó durante la Semana de la Biodiversidad – Primer plano
El emblemático edificio Coltabaco, ubicado en el emblemático Bulevar del Río (centro) y actual sede de la Institución Universitaria de Culturas y Artes Populares (Iuipc), fue un espacio donde famosas mujeres guardianas de saberes ancestrales junto a talentos caleños, Ellos fueron los héroes del espacio “29 grados”, que se presentó durante la Semana de la Biodiversidad en Cali.
Liderada por la Alcaldía de Cali, a través de la gestora social Taliana Vargas, esta iniciativa cultural y creativa se encargó de aunar arte, biodiversidad, innovación e igualdad de género en torno al legado de la COP16 y la urgencia de enfrentar la crisis climática.
También hubo espacio para una exposición de fotografía. Foto:Específico
Durante cinco días, este espacio albergó desfiles, exposiciones, foros, presentaciones artísticas y diálogos culturales entre grandes talentos nacionales y extranjeros, como la cantante Catalina García, el artista Simón Ballen, la presentadora y activista ambiental Claudia Bahamón, el productor Iván Benavides y los directores de Cultura del Pacífico y Festival Petronio Álvarez.
Los diálogos culturales son el pilar del evento
Una de las fortalezas de este espacio fue el Foro Samán: Diálogos para Sembrar, que reunió a 50 invitados y siete moderadores para 28 conversatorios enfocados en la intersección de biodiversidad, identidad cultural y sostenibilidad.
Estos diálogos exploraron cómo los ecosistemas y prácticas tradicionales pueden inspirar nuevas narrativas artísticas y modelos de desarrollo inclusivo.
Además del edificio Coltabaco, la programación se amplió a dos espacios descentralizados: el Museo La Tertulia, que inauguró tres exposiciones especiales relacionadas con temas ambientales y culturales, y el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, que albergó presentaciones escénicas y musicales sobre temas ecológicos.
La iniciativa, desarrollada en colaboración con el Iuipc y Emcali, puso especial énfasis en reconocer a las mujeres artesanas, artistas y creadoras que desde sus territorios y profesiones Han jugado pilares en la protección del patrimonio natural y cultural del suroccidente colombiano.
La agenda se desarrolló en espacios como el Edificio Coltabaco, La Tertulia y el Teatro Municipal. Foto:Específico
Con el proyecto “29 Grados”, la capital del Valle del Cauca ha reafirmado su vocación de ciudad creativa, diversa y comprometida con el desarrollo sostenible, mostrando que la biodiversidad no es sólo un recurso natural, sino también una fuente inagotable de inspiración para construir un futuro más justo, inclusivo y resiliente.
Tejedor tradicional
La artesana caucásica Rosa Imelda Cabeza Quiera, originaria de Guapi y fundadora de Tradición Entretejida, fue una de las participantes de la exposición de cestería en el espacio cultural y creativo “29 grados”.
Sus obras, elaboradas con fibras naturales y tintes, son parte de la tradición heredada de su madre y abuelas, quienes le enseñaron conocimientos de tejido desde temprana edad.
Desde los siete años, Rosa Imelda teje no sólo fibras, sino también memoria y cultura.
Sus cestas, llamadas «cuatro tetas», se han convertido en un símbolo de identidad y expresión de conexión con el territorio.
“Esto es muy importante porque parte de nuestra cultura es plasmar en el producto el entorno en el que vivimos, los alimentos que comemos y los colores de la selva”, expresó durante la exposición.
También hubo espacio para diálogos y conferencias. Foto:Prensa de la Semana de la Biodiversidad
Un equilibrio exitoso
Al evento asistieron más de 2.700 participantes del Foro Samán; 3.300 invitados visitaron las exposiciones en el edificio Coltabaco; Casi 1.000 personas participaron en actividades descentralizadas en el Museo La Tertulia y el Teatro Municipal; y más de 800 artistas del Instituto Universitario de Cultura y Arte Popular (IUIPC) dieron vida a conciertos, desfiles y presentaciones artísticas.
El espacio también nutrió el talento y la creatividad de los artesanos de la Costa del Pacífico, quienes lograron cerca de 60 millones de pesos en ventas, fortaleciendo las economías de sus familias y comunidades.
También se crearon 300 puestos de trabajo temporales y se vincularon 30 proveedores locales, demostrando cómo la cultura se está convirtiendo en un motor de desarrollo y prosperidad de la ciudad.
También se destacó el programa “CuidArte”, que reconoció la labor de nueve mujeres cuidando los cauces de los ríos y zonas rurales de Cali, destacando su compromiso con la protección de los ecosistemas y la vida.
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