Fitch Ratings lanza el impacto financiero de la crisis Air-E en empresas en el sector energético

Evaluación internacional Las calificaciones de Fitch encendieron las alarmas de la creciente influencia de la crisis financiera de Air-E, una empresa de distribución de energía que opera en la región del Caribe colombiano, sobre otras compañías en el sector eléctrico. Esta situación ha provocado una gran preocupación, ya que los impactos negativos de la crisis de Air-E podrían extenderse a lo largo y ancho de la red eléctrica en Colombia, afectando no solo a los consumidores sino también a otros actores del mercado.
En el último informe emitido por Fitch, la agencia de evaluación destacó que las numerosas deudas acumuladas por Air-E, que ascienden a aproximadamente 2 mil millones de pesos colombianos (cerca de $470 millones), están comenzando a deteriorar el perfil de crédito de varias empresas generadoras y de transmisión. Este deterioro ha creado un clima de incertidumbre dentro del sistema del sector eléctrico, poniendo en tela de juicio la estabilidad financiera de las entidades relacionadas.
Una de las empresas más afectadas, según el análisis de Fitch, es Power Ltd Termocandelaria (que tiene una calificación de BB con une perspectiva positiva), la cual mantiene una exposición de casi $102 millones en cuentas por cobrar para Air-E. De este monto, más de la mitad se ha acumulado después de la intervención del distribuidor, lo que intensifica los temores sobre la capacidad de recuperar estos pagos y la viabilidad del flujo de caja de la empresa.
Air-E continúa el trabajo de mantenimiento en redes eléctricas.Foto:Hermético
La intervención generó incertidumbre sobre la capacidad de Air-E para cumplir con sus obligaciones financieras, que alcanzaron aproximadamente $2 mil millones en abril de 2025, principalmente debido a generadores térmicos.
La agencia de calificación opina que, en un escenario promedio, la exposición de empresas como Termocandelaria podría reducirse si mejoran las condiciones hidrológicas, disminuyendo así la dependencia de la producción térmica. Esta modalidad, que conlleva altos costos en el sistema, es especialmente complicada dada la baja disponibilidad de energía hidroeléctrica en la región. No obstante, el informe advierte que las señales de recuperación siguen siendo inciertas y dependen tanto de factores climáticos como de decisiones estructurales del gobierno.
Las compañías de transmisión también experimentan influencia
Air-E funcionará en la subestación eléctrica Las Flores.Foto:Gracias a la amabilidad de Air-E
La crisis generada no sólo impacta a los generadores térmicos. Fitch también identificó riesgos financieros para empresas de otros segmentos, particularmente para la ponerección eléctrica SAESP (ISA) y el Grupo Energía de Bogotá (GEB), ambas con una calificación de BBB pero con perspectiva negativa. Según el informe, las exposiciones registradas de ISA rondan los $40 millones relacionadas directamente con la situación de Air-E, mientras que GEB enfrenta alrededor de $12 millones.
Aunque la agencia no prevé problemas de liquidez inmediatos para estas compañías debido a sus sólidos flujos de efectivo operativos, advierte que un retraso prolongado en los pagos de Air-E podría presionar las necesidades futuras de capital de trabajo, especialmente si esta crisis se extiende durante el segundo semestre de 2025.
Riesgos del sistema en el sector energético colombiano
Más allá de las preocupaciones individuales, el informe de Fitch subraya el problema estructural de la fragilidad del sistema eléctrico colombiano que persiste incluso antes de las intervenciones gubernamentales, las cuales no han sido acompañadas por soluciones financieras sólidas. Para el calificador, la situación de Air-E «ilustra los desafíos que enfrenta el sector energético en Colombia, donde la intervención del gobierno y las condiciones del mercado han creado un ambiente de incertidumbre, que podría impactar a largo plazo sobre la estabilidad financiera de las empresas implicadas.«
Factura de energía de Air-E.Foto:Aire
Esta advertencia se presenta en un momento crucial, dado que el país enfrenta varios desafíos, tanto en términos de fenómenos climáticos adversos como de tensiones políticas que han atrasado decisiones clave sobre subsidios, tarifas y el desarrollo sostenible de las operaciones de distribución de la empresa. La intervención de Air-E, aunque se planteó como una medida para mejorar la calidad del servicio en una de las regiones más históricamente desfavorecidas en términos de energía y eficiencia, ha resultado fallida.
Llamado a soluciones urgentes y estructurales
Fitch concluye su análisis con una demanda urgente a las autoridades colombianas para que establezcan un marco regulatorio claro y predecible que garantice la sostenibilidad de las entidades del mercado y del suministro del servicio eléctrico. Se enfatiza que, si no se toman acciones efectivas, el impacto que genera la crisis de Air-E podría ampliarse y afectar no solo a las empresas actualmente calificadas, sino poner en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico en su totalidad.
Air-E, sede de Barranquilla.Foto:Vanexa Romero/The Time
El informe también sugiere que el gobierno debe evaluar mecanismos de asistencia financiera o programas de pago que le permitan cumplir con sus obligaciones, mientras se diseñan soluciones integrales que aborden inversiones, control fiscal y tarifas que afectan al sistema.
En conclusión, la situación de Air-E ya no es únicamente un problema aislado de una empresa en particular, sino que representa una amenaza latente para el equilibrio financiero del sector eléctrico colombiano. Los inversores deben prestar especial atención a las advertencias sobre calificaciones, así como las autoridades responsables de asegurar la estabilidad energética del país.