Calados en España cuenta los momentos inquietantes de apagón
Fransuá Martínez, un periodista originario de Cali, comenta con incredulidad sobre la situación desatada en España, señalando: «Nunca ha sucedido antes en España ni en la dictadura de Franco, o en cualquier otro evento que se le asemeje. Es absolutamente inimaginable y absurdo que todas las cosas hayan caído de esta manera.» Él ha establecido su residencia en la ciudad de Huesca, en el norte de España, durante más de cinco años y ha sido testigo de lo que ha vivido la comunidad.
Refiriéndose a la historia reciente, menciona que trabajó en momentos en los que todo estaba parado. «A las 12:30 (hora de España) revisé algunos periódicos que datan de 1945, anticipándome al 70 aniversario de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial (…). En ese momento, realizamos algunos archivos hasta que todo se interrumpió. Nos quedamos en silencio, utilizando la energía secundaria que teníamos, pero el sistema no se recuperó. En consecuencia, decidimos tener una pequeña reunión y comenzamos a explorar las redes sociales, donde me di cuenta de que la oscuridad cubría casi toda la comunidad del norte de España. Intenté comunicarme con mi familia, pero fue imposible, y nos informaron que se trataba de un apagón nacional.«
Estas son las calles de Barcelona y Huesca en España después del anochecer.
Foto:
Fransuá Martínez
Horas inquietantes de incomunicado
Martínez informa que estuvo sin energía durante más de cuatro horas, y casi una hora sin transmisión alguna en el norte de España.
«Primero se cortó Internet y luego comenzaron a surgir las preocupaciones. La gente ya estaba en estado de desesperación en las calles. Este apagón podría ser el primero en su tipo que se reporta en la historia de España; hablé con muchos españoles que trabajan conmigo, y todos coinciden en que algo semejante jamás había ocurrido», explica.
Más tarde, describe el ambiente caótico que se vivió. «Se detuvo toda la producción y comenzamos a cernir las redes sociales, pero, de pronto, Internet también falló por completo. La preocupación creció, ya que no podíamos contactar a nadie. Salimos a las calles y encontramos numerosas personas atrapadas en ascensores, y a otras corriendo frenéticas por las calles, mientras las luces de las carreteras habían desaparecido.»
Con una voz temblorosa, recuerda la escena en los supermercados: «Las personas actuaban como si estuvieran en medio de una pandemia, comprando agua desesperadamente y acaparando productos, como si el fin del mundo se avecinara. Escuché a la gente decir que Rusia estaba a punto de atacarnos, hubo muchas especulaciones de ese tipo.»
Caleños informan sobre el caos que se vivió en España tras el apagón.
Foto:
Laura Cifuentes
Miedo y ansiedad en las calles de España
Fransuá, quien es ahora el jefe de comunicación y marketing en una biblioteca de periódicos españoles, menciona que, a pesar de que la paz fue anunciada previamente, todavía hay un clima de miedo respecto a una posible guerra.
«La gente se siente un poco cautelosa; aquí se refiere a un conjunto de supervivencia o ‘set final’. Es comprensible que todos estén alarmados. Además, se ha anunciado en países cercanos a la frontera con Rusia, como Lituania y Estonia, que llevarán a cabo ejercicios militares en septiembre. Por lo tanto, algunos ya se están preparando con efectivo y otros recursos, en anticipación a un posible ataque por parte de Rusia.» Él explica.
Respecto a esta paranoia, él observa que puede ser un factor importante en las reacciones de la población. «Creo que esta amenaza es motivo de preocupación generalizada sobre lo que podría pasar, similar a lo que ocurrió en Ucrania.»
Del mismo modo, David Quintero, un periodista Caleño y profesor de comunicación digital en la Universidad de Alicante, señala que todavía percibe un ambiente de ansiedad y temor en las calles.
“Lo que ocurrió en España es excepcional e histórico, según lo indican los propios españoles. Ha pasado mucho tiempo desde que hubo interrupciones de esta magnitud en la energía en esta área. Se decía que estaban en la oficina de crisis del gobierno.»
David comparte su experiencia en el sureste del país, diciendo: «Las calles estaban desiertas, y muy pocas personas se veían. Algunos caminaban con frascos de agua y productos esenciales como papel higiénico. Todo parecía rodeado de ansiedad, y surgieron especulaciones sobre si se trataba de un ataque cibernético al sistema energético, o si de alguna forma estaba relacionado con los famosos conjuntos de supervivencia que quieren implementarse en España.»
Él también menciona que casi a la medianoche del lunes 28 de abril, la energía no había sido restaurada en toda su totalidad. «En algunas zonas de Alicante, en la comunidad de Valencia, la electricidad aún no había regresado. Lo que sabemos es que un Consejo de Ministros fue convocado debido a esta crisis energética, y las razones siguen sin conocerse.»
Después de casi 12 horas, la luz comenzó a restablecerse en el país. Sin embargo, la gente está a la expectativa de lo que pueda ocurrir al día siguiente.
«Personalmente, estoy preocupado por lo que sucedió en un país de 50 millones de personas junto a Portugal, toda la península ibérica sin energía. La cuarta economía europea enfrentándose a un fenómeno así es simplemente absurdo, algo que no nos han explicado y que ha ocurrido aquí.» Comenta Fransuá.
Mientras tanto, miles de personas pasaron más de seis horas atrapadas en sus vehículos intentando regresar a casa, ya que las calles estaban completamente colapsadas por la falta de luces.
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