Pareja de motocicletas, conductor de autobuses y dos hermanos asesinados por los éxitos
La situación en el norte y el centro del Valle del Cauca sigue siendo alarmante, pues las comunidades se enfrentan a actos de violencia a manos de criminales y grupos armados. Durante la última semana, esta región ha sido escenario de varios Incidentess violentos que han sacudido a sus habitantes.
Uno de los casos más impactantes de esta semana involucró el asesinato del conductor de transporte público Jorge Luis Puentes Narnjo. Este hombre fue atacado por hombres armados mientras se encontraba en un establecimiento comercial en el barrio Pueblo Viejo, dentro del distrito de San Francisco en la Comunidad de Toro. Su muerte fue instantánea, y esto representa el segundo homicidio en esta área en menos de una semana. Puentes Narnjo era originario de Cartago, un municipio situado al norte del Valle del Cauca. El atentado ocurrió al mediodía del 21 de abril, y las autoridades están realizando investigaciones para establecer las circunstancias concretas relacionadas con este crimen.
¿Resultados de la violencia juvenil?
En otro triste episodio de violencia, un par de jóvenes que se trasladaban en motocicleta también se convirtieron en víctimas de la delincuencia. Este suceso tuvo lugar en la comuna de La Unión, al norte de Valle del Cauca, específicamente en la zona conocida como Italia.
La mujer, cuya edad oscilaba entre los 16 y 18 años, llevó consigo pantalones cortos, una camiseta negra ajustada y tenis. Presentaba tatuajes visibles en el cuello y una de sus manos. El hombre, por su parte, tenía entre 26 y 34 años y lucía un peinado corto, combinado con una camisa amarilla, pantalones grises y tenis que eran de color negro con blanco. Este par viajaba en una motocicleta modelo AX100. Lo perturbador de este caso fue que ambos no portaban documentos de identificación, y su asesinato fue reportado el domingo 20 de abril.
Doble crimen en el hogar familiar
El 22 de abril, en el distrito de Guayacanes en Tuluá, dos hermanos, identificados como Ángelo Alejandro y Juan David Noreña Ramírez, fueron asesinados en su propia casa. Las investigaciones han sido iniciadas por las autoridades locales para dar con los responsables de este horrendo doble homicidio.
Asimismo, el mismo día, los sicarios arrebataron la vida a un hombre llamado Johan Esteban Martínez Quintero, en un atentado ocurrido en la carrera 12, entre las calles 8 y 9, en las cercanías de Las Delicias, en la comuna de Riofrío, también al norte de Valle del Cauca. La víctima, de 27 años, fue trasladada urgentemente al hospital local, pero murió debido a sus heridas.
Un evento particularmente espeluznante aconteció el 24 de abril, cuando la comunidad de Valle del Cauca se vio sacudida por el macabro hallazgo de una cabeza humana en la 28 de la carrera 42, cerca del río Tuluá. Este descubrimiento se reportó en un área comprendida entre el sector de la avenida Cali y el barrio olímpico de la comuna. El cuerpo al que pertenecía esta cabeza mutilada se cree que corresponde al de un joven desaparecido que fue reportado por sus familiares.
Luis Saldarriag Leal. Foto:Archivo privado
En un caso anterior, el 1 de abril, una joven desaparecida en Tuluá, llamada Luis Fernand Saldarriag Leal, de 17 años, fue encontrada asesinada en las zonas rurales de La Laguna de Sonso en Bug. Su cuerpo fue hallado dentro de una maleta. Los familiares de la menor confirmaron su desaparición el 28 de marzo y notaron su ausencia hasta el 31 del mismo mes. Desafortunadamente, esto es un triste recordatorio de la alta tasa de violencia que afecta a los jóvenes en esta región. Las autoridades están investigando más a fondo los círculos de amistades cercanas a la joven, ya que se sospecha que conocía a su agresor.
Masacre durante el Sábado Santo
Datos recibidos el 19 de abril indicaron que se registró un triple asesinato en un hogar en el distrito de Tuluá, conocido como Los Portales. La policía del Valle reportó que el tiroteo comenzó alrededor de las 14:30. En ese momento, muchas de las personas estaban en sus casas disfrutando de tiempo con amigos en medio de la semana de descanso. Fue entonces cuando los hombres armados irrumpieron en un hogar ubicado en el barrio de Del Río, causando una tragedia que conmocionó a la comunidad.
Jhon Jairo Córdoba, víctima de la masacre en Tuluá. Foto:Archivo privado
Las fuerzas del orden han expresado su repudio hacia los delitos que atentan contra la vida, la seguridad pública y la convivencia. La Policía Nacional ha organizado un equipo de investigación especial para esclarecer estos hechos y ha hecho un llamado a la comunidad para que se presente cualquier información que pueda llevar a la captura de los responsables de estos crímenes.
El coronel Pedro Pablo Astaiza, que ocupa el cargo de comandante de la policía (E) del Valle, reiteró su rechazo ante estos brutales actos violentos y aseguró que las autoridades están comprometidas en la búsqueda de los culpables responsables de la llamada masacre del Sábado Santo. “Contamos con herramientas de investigación avanzadas”, informó el oficial sobre este triple asesinato. Sin embargo, el ataque dejó a tres personas fallecidas.
Una de las víctimas fue identificada como Jhon Jairo Córdoba, quien se encontraba en el lugar en el momento del ataque. Córdoba trabajaba como vendedor en el distrito de La Campiña. Las otras dos víctimas eran hombres, identificados como Juan Camilo Jaramillo, un ingeniero industrial de 26 años, y Robinson Carvajal, de 42 años, quien era constructor.
Carolina Boorquez
Corresponsal de
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