Influencer registra su propio asesinato en Tiktok después de condenar el tren Aragua – Primer plano

Gabriel Jesús Sarmiento, influyente venezolano de 25 años, murió la noche del 23 de junio durante una transmisión en vivo en Tiktok. Dos hombres armados irrumpieron en su casa, ubicado en Piñonal, Maracay, y le dispararon frente a miles de usuarios afiliados. Influencer registra su propio asesinato en Tiktok después de condenar el tren Aragua.
Sarmiento, también programador digital y activista, utilizó sus redes para informar casos de corrupción policial y revelar pandillas criminales como Tren de aragua y Llano -Train. Durante los vivos gritó imágenes, lloró de su madre y finalmente se escuchó el corte repentino del video.
El Ministerio Público designó la Oficina del Fiscal Nacional para investigar el delito. Hasta ahora, no hay atrapadas. La madre del influencer resultó herida y continúa en el hospital.
Quejas contra delincuentes y la policía precedieron al ataque
Sarmiento tuvo más de 76 mil seguidores en su cuenta Tiktok @unleacks, donde publicó videos dirigidos al gobierno y la policía y señaló casos de chantaje y amenazas.
En varias ocasiones mencionó directamente al líder para Tren de araguaalias Niños de GuerreroFugando de la intervención militar a la prisión de Tocorón en 2023. También acusó a los agentes estatales de cubrir o cooperar con estas estructuras criminales.
En un video anterior, Sarmiento dijo que recibió amenazas de la prisión de Morita y celebra públicamente al fiscal de Aragua para no actuar antes de las quejas.
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Un caso que revive el debate sobre la seguridad digital; Influencer registra su propio asesinato en Tiktok después de condenar el tren Aragua
El asesinato de Sarmiento generó shock en Venezuela y en toda América Latina. Múltiples usuarios compararon este crimen con el de Valeria Márquez en México o María José Estupiñán En Colombia, ambas influencias fueron asesinadas por razones similares.
Organizaciones como Amnistía Internacional Han advertido sobre el creciente riesgo de creadores de contenido que se atreven a condenar mafies, autoridades corruptas o violaciones de los derechos humanos en países con alta impunidad.
A pesar de sus quejas, Gabriel también había sido blanco de controversia. Algunos ex partidos lo acusaron públicamente de acoso, aunque ninguna de estas quejas avanzó legalmente. El debate sobre su figura ha revivido las discusiones sobre la ética digital, el activismo y la protección del demandante.